━My baby don't like it.

f i v e

Mark dudó acerca de ir en busca del vaso con agua,el sueño se había apoderado de él ahora y luego de tanto movimiento.Sin embargo,
cuando entró de mala gana al lugar una voz femenina lo sobresaltó.

—Hola...—saludo tímidamente advirtiendo sobre su presencia y Mark quiso golpear al japonés.

No puede ser¿Qué acaso Yuta no se digno a llevarla a su casa?Este era  literalmente un lugar lleno de simios.

El pelinegro volteó saludando nervioso con una de sus manos, queriendo tomar la jarra de agua y correr para llevársela con él arriba. 

Frente a él se encontraba esa chica que lo observaba con una expresión calma, de cabello largo oscuro y con una apariencia diferente a la que había conocido pero que no por ello era menos cautivante a sus ojos. Las prendas que llevaba eran de dos tallas más grande y seguramente era Yuta quién se las había prestado.

Mark salió de su trance y avanzo al fin hacia la dichosa nevera para tomar la bebida pero nuevamente la escucho hablar—¿Siempre eres así de considerado?—le preguntó desde la mesa del comedor y Mark tardo en entender a lo que se refería.

¿Estuvo aquí todo este tiempo?

—Ah, claro... todos aquí lo somos—bromeó sutilmente y su voz salió algo grave de su garganta debido a que era la primera vez en la madrugada que hablaba.

Haneul se levanto de la mesa acercándose a él y se apoyo contra la mesada de la cocina. Mark tomó algo de distancia ante su repentina cercanía por acto reflejo pero al parecer su mente solo le estaba jugando una mala pasada, ya que la novia de su amigo solo estaba sirviendo un poco de agua para ella también.

—¿Tú crees? Yuta no sabe ni cuidar de sí mismo—rio bajito y le contagió—No cualquiera tiene el humor a las tres de la mañana para acomodar a todas esas personas.

Mark se entretuvo en su forma de hablar tal vez más de lo que debería, encogiéndose de hombros al no saber que decir y ella sonrió de forma adorable.

—Mark, ¿No es así?—extendió su mano hacia él.

El pelinegro asintió suavemente—...¿Haneul?—se hizo el tonto, era obvio que sabía su nombre y a la perfección. Estrecho su mano sintiendo su suave tacto.

—Bien,creo que iré con Yuta.Solo vine por un poco de comida,siempre tengo hambre por la noche—bostezó y salió de allí dando unas ligeras palmadas en la espalda de Mark.

Él asintió con la extraña sensación de estar bajo un hechizo.

Sin embargo, cuando quiso volver a la cama un somnoliento Donghyuck se interpuso frente a él en la puerta de la cocina—¿C-con quién hablabas?—sus ojos estaban luchando por mantenerse abiertos y parecía que caería al suelo dormido en cualquier momento.

Mark se acercó con la intención de llevarlo a la habitación, sin embargo, Donghyuck alejó sus manos de inmediato—¡N-no!

Se alejó consiente de que lo que quería era una explicación y cubrió su boca con uno de sus dedos, indicándole que no fuera tan escandaloso y bajara la voz pero el menor solo le aparto nuevamente—Harás que todos se despierten...

—¿Por qué estabas hablando c-con ella?—trató de ser lo más claro que pudo e hizo una pequeña mueca de disgusto,entonces trató de explicarle pero Donghyuck se abrazó con fuerza a él repentinamente.

—Mark—Suspiró cansado en su hombro—Te quiero ¿Lo sabes, verdad?—parecía haber bebido demasiado esa noche.

—Te llevaré arriba—el menor asintió como si fuese un niño pequeño y se sintió bien cuando la persona que tanto amaba le cargo entre sus brazos. Donghyuck se mantuvo pensativo y en silencio, como durante todo lo que resto de la cena y recordó la pequeña punzada que le invadió cuando Mark no acepto acompañarlos esa noche.

¿Y si...? No quería pensar en ello,en ese momento se sentía protegido y en paz entre sus cálidos brazos,soltó una pequeña risa al pensar en ellos como un matrimonio.

Mark por otro lado, estaba concentrado en no tropezar con los escalones y pensando en qué tanto había estado bebiendo su novio para encontrarse en ese estado.

—N-no escuché tu respuesta.

—Yo también.—Mark finalmente lo dejó sobre la cama que compartían y cerró la puerta de la habitación.