El gremio del dios ladrón.

Ruta de la derecha

-Tomemos esta ruta. -Camille, sin previo aviso, comienza a caminar luego de decir esto. No te queda de otra, la sigues por el pasillo oscuro.

Las paredes tienen un extraño brillo rojo, uno que realza lo lúgubre que parece. Realmente parece interminable. Solo hay oscuridad. Luego de unos segundos, luz dorada se ve a lo lejos, al igual que sombras oscuras. Quieres detener el paso, pero ella comienza a correr. Quedas estático durante unos segundos, sientes como Camilo y Christopher siguen adelante, pero tú no lo puedes creer.

-¿Quién se cree? -preguntas en un murmullo.

Caminas al paso que ibas, no le ves lo necesario a correr. Luego de unos minutos, ves que la luz dorada se generaba por unas velas y hay un letrero en la pared. Sientes la magia viniendo de él. ¿Las runas que no permiten la magia no afectan a este objeto? La duda se genera en tu mente, pero no le das mucha relevancia.

Busquen el libro original; es la única forma de salir del castigo.

Si quieres ser libre, o tu grupo quiere serlo,

debes encontrar la verdad dentro de tanta ignorancia.

¿Serás capaz de hacerlo?

Esas son las palabras que reza aquel objeto. Luego de eso, tiene una variedad de nombres de personas que han logrado superar esta prueba. Los lees por mera curiosidad, pero lo que te hace abrir la boca por no creer, es tu nombre allí. ¿En qué momento estuviste aquí? ¿Acaso ya habías venido acá en algún momento? ¿Por qué no lo recuerdas?

Lo raro de eso no es que esté una vez, no, sino que está repetido una cantidad de seis veces; no entiendes. La cabeza comienza a dolerte, te separas del objeto y notas como otros nombres comienzan a escribirse: Camille Leblanc... Camilo Castilla... Christopher Nox... y de último, nuevamente tu nombre. La chica pasó la prueba.

La curiosidad te sigue, ¿por qué tu nombre está allí? ¿Alguna vez has venido hasta acá? A no ser... ¿será posible eso? No, lo dudas. Rechazas que siquiera se forme el pensamiento en tu mente.

Sigues el pasillo. Abres la puerta del final, y sales. Están todos afuera de aquel lugar.

(Seguir en después del pasillo)