El gremio del dios ladrón.

Amor

-Realmente no esperaba que dieras esa respuesta Asterk. Una completamente errónea. -La risa se hace grande, amplia y poderosa-. Eres él que más sufrirás... Los demás, bueno, ya están muertos mientras hablamos.

Giras y lo notas, todos realmente están muertos. Eres el único que sigue allí. Los demás no los notas. Aquel pasillo está iluminado por llamas rojas, pero genera muchas sombras. A los segundos te acostumbras, y notas los cuerpos sin cabeza tirados en el suelo. Te dan ganas de vomitar, pero no lo haces. Debes mantener la mente fría y ver cómo salir de esta con vida, si es que puedes.

-¿Cómo conoces mi nombre de mago? -preguntas con interés.

-¿No recuerdas nada? -Su voz se hace melancólica-. Bueno, no importa contarte un poco, de todos modos, estás muerto o morirás en unos cuantos segundos.

»Has venido a este lugar más de cinco veces. Buscando libros, buscando el libro que justamente estás buscando ahora, ¿se acabará la búsqueda eterna? ¿Se acabará la muerte? ¿La necesidad de venganza?

»Si, me imagino que tu mente es un desorden, a nosotros no nos afecta el tiempo, ni las líneas temporales, siempre estaremos aquí, pero esta vez, por fin puedo morderte y devorarte. -Algo te jala con fuerza y te lanza hacia atrás. Tu espalda choca el suelo con fuerza, y sientes el crujido de un par de huesos romperse. Abres los ojos, notas tu peor pesadilla. Una esfinge acercándose a ti-. Ahora, muere.

FIN - FINAL PREMATURO