The Sun. The Moon. The Truth.

CAPITULO UNO

"Con esa gracia que llevas en la mirada

Se que podrías florecer en cualquier lugar

Si así lo quisieras."

-Andrés Alvarado.

Stiles maldijo cuando sintió un golpe en sus costillas. Lo único que tenía en claro en ese momento era que cuando todo esto acabara él tomaría un enorme frasco de acónito y se lo metería por el trasero a su mejor amigo. Estaba tan cansado de Scott y su estupidez extrema.

-Ríndete humano – gruñó el wendigo que lo estaba atacando.

-Oh vete al infierno viejo – Stiles tomó su arma y disparó. El cuerpo del wendigo cayó y el humano se permitió respirar por unos segundos antes de ser atacado nuevamente.

Dos Wendigos, los hijos menores del hombre al que había asesinado si él podía apostar, lo rodearon y atacaron al mismo tiempo.

El intenso entrenamiento del FBI había servido para que él pudiera defenderse ante cada nuevo ataque que Beacon Hills recibía, pero él seguía siendo solo un humano y muchas veces los seres sobrenaturales aprovechaban eso y terminaban por herirlo más de lo normal.

Gritó de dolor cuando uno de los chicos clavó sus dientes en su brazo derecho. Esa iba a ser una nueva cicatriz que sumar a la lista.

El humano pudo reponerse un poco cuando dejó de sentir los golpes.

- ¿Estás bien? – Stiles se sorprendió al escuchar la voz de Peter tan cerca de él - ¡Derek! Está sangrando mucho, debemos sacarlo de aquí rápido, tiene una herida en el brazo y otra en el hombro, muy cerca del cuello – gritó el mayor de los Hale a su sobrino, mientras que ambos seguían peleando.

Stiles llevó su mano izquierda a su hombro, él no había sentido cuando lo habían mordido allí pero la herida estaba y sangraba demasiado.

No sabía que tan profundas eran las heridas pero debían ser bastante grave todo ya que tanto como Derek y Peter acabaron al instante con los Wendigos restantes y se acercaron a él.

-Vamos Stiles, Melisa nos llamó, ella está con Deaton – Peter tomó el arma que había dejado caer antes de acercarse a ellos.

-Te cargaré ¿Me oyes? Estás perdiendo mucha sangres y no puedes hacer esfuerzos ahora – explicó Derek antes de tomarlo en brazos.

-Tengo sueño – susurró cuando se sintió acunado en los brazos del menor de los Hale.

-No te duermas Stiles – gruñó el moreno.

-Si te duermes me encargaré de hundir tu jeep en cualquier lago que encuentre – Peter sabía que la mejor forma de mantenerlo despierto era logrando que se concentre en algo.

-No te atrevas Peter Hale o meteré acónito por ese bonito trasero tuyo – amenazó el humano sin ser consciente de sus palabras.

-Así que ¿mi trasero te parece bonito? – Peter decidió aprovechar su suerte.

-Oh, claro que sí, tu y Derek tienen los mejores traseros de todo Beacon Hills, yo podría adorarlos todo el día si pudiera, pero no le digas a Peter o Derek, ellos podrían enojarse – Stiles estaba claramente divagando, más que nunca.

-Oh cachorro, no tienes idea de nada – fue todo lo que dijo Peter mientras sonreía.

-Peter, dejalo, ahora no está bien – Derek no iba a engañarse, escuchar a Stiles decir que su trasero le gustaba era algo que le agradaba pero tampoco iba a aprovecharse del humano.