The Sun. The Moon. The Truth.

CAPITULO DIEZ

Segundo y último capítulo del día ❤ espero que les guste ❤

Con amor, Beth! ❤❤

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Noah abrazó a su hijo por los hombros mientras veía por los grandes ventanales del loft como Derek y Peter se iban en la camioneta del menor de los Hale.

-Ellos estarán bien – susurró sabiendo que nada de lo que dijera iba a ayudar realmente a su hijo.

-Lo sé, solo que ... - ni siquiera fue capaz de terminar la oración.

-Vamos a solucionarlo, como siempre lo hacemos – aseguró Noah tratando de reconfortarlo.

-No quiero perder a nadie – confesó con dolor.

-Y no lo haremos – dijo Chris acercándose a ellos – somos más fuertes ahora, más inteligentes y lo más importante... somos una manada, una real.

-Temo por Scott – admitió con tristeza.

-No podemos hacer mucho por él hijo, él ya tomó su decisión y ya no es un niño, ninguno de nosotros quiere lastimarlo pero tampoco vamos a dejar que él nos lastime o dañe a alguien que amamos y Melissa entiende eso – respondió Chris de forma contundente pero sin ser rudo, no quería lastimar aún más al niño.

-Yo tampoco lo permitiría y eso me altera, no quiero ser yo quien tenga que detenerlo – explicó el castaño con pesar.

-Entonces nosotros nos encargaremos de eso, somos una manada y nos cuidamos las espaldas – Cora sorprendió a los tres hombres, ninguno de ellos la había escuchado entrar – lamento asustarlos pero quería dejar en claro que tanto mi hermano, mi tío y yo haremos lo necesario para que nada les ocurra, a ninguno de ustedes, son humanos y aunque sé que pueden defenderse, aún así los cuidaremos – prometió la loba.

-Gracias Cora, sabemos que podemos confiar ciegamente en ustedes tres y así como ustedes nos cuidarán a nosotros yo te puedo asegurar que nosotros cuidaremos las espaldas de ustedes, siempre – contestó el humano separándose de su padre para poder abrazar a la chica.

-Lo sé, confío en ustedes, sé que son de fiar – admitió ella con una pequeña sonrisa, algo extraño si recordamos que ella es una Hale.

- ¿Ya desayunaste, pequeña? – preguntó Chris luego de unos minutos, cuando los dos jóvenes se separaron.

Cora quedó muda al escuchar el apelativo cariñoso que el cazador había usado para llamarla. Desde que su familia había muerto que nadie la llamaba de esa forma, mucho había tenido que ver el echo de que ella no lo permitía pero ahora que lo había escuchado de nuevo y que había sido para llamarla a ella, no a ninguna otra, simplemente a ella... se sintió cálida, de esa forma que solo sus padres, sus hermanos y su tito Pep la hacían sentir cuando era niña y la mimaban.

- ¿Cariño estás bien? – volvió en sí cuando sintió que alguien le tomaba de las manos mientras Stiles aún la abrazaba.

-Si, estoy bien – respondió como pudo mientras tragaba el nudo que se había instalado en su garganta.

- ¿Quieres un café? – insistió Chris aún con un tono suave, el cazador era inteligente, supo de inmediato qué le sucede a la chica. Odio una vez más a su hermana y a su padre, ellos habían causado tanto dolor y tanta soledad, Cora solo era una niña cuando lo perdió todo.

-Claro – aceptó con una tímida sonrisa.

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Al otro lado de la ciudad, Peter y Derek iban saliendo de Beacon Hills, ambos con sus sentidos en alerta por si llegaban a encontrarse con alguna sorpresa en el camino. Ninguno de los dos pronunció ni una sola palabra, no querían que oídos enemigos escucharan nada de lo que ellos sentían, pensaban o vivían.