CAPÍTULO CUATRO

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Peter gruñó al ver que alguien había intentado traspasar las barreras protectoras que Lydia y Cora habían puesto la noche anterior. Había sido idea de su sobrina el poner más protecciones de las que ya tenía el loft, más que nada porque ninguno de ellos sabía hasta dónde serían capaces de llegar Scott y Deaton. Habían pensado en que Stiles sería la persona perfecta para poder manipular el muérdago, la ceniza de serbal y el acónito pero inmediatamente desecharon la idea al ver que el humano aún estaba muy débil. Al final habían sido la banshee y la menor de los Hale quienes se encargaron de proteger su nuevo hogar. Lydia iba creando la barrera mientras que Cora le explicaba lo que debía hacer y también cuidaba su espalda por si el alfa verdadero aparecía esa noche. Peter se había sentido orgulloso al ver la mujer maravillosa y feroz en la que se había convertido su pequeña Cora, muy diferente a su madre y al mismo tiempo tan parecida.

Se relajo al sentir que Derek se paraba junto a él. ¿Se había sorprendido con el gran cambio de su sobrino? No. Derek siempre había sido un chico tranquilo y de corazón noble, muy diferente a él o incluso a su hermana Laura, sabía que solo por eso fue Kate había logrado su cometido, porque se había aprovechado de uno de los seres más bondadosos de la manada Hale.

-Debemos estar atentos, han intentado entrar por la parte de atrás pero no pudieron – asintió al escuchar a su sobrino – solo es cuestión de tiempo para que Deaton descubra que fue lo que hicimos para lograr que él no pudiese atravesar ni tocar la barrera – Derek estaba realmente preocupado.

-Lo sé, aunque no le será sencillo, seguro que investigará los rituales latinos, él tardará mucho en pensar en Lydia como una opción, o en las voces que nuestra querida banshee oye, y Scott, bueno, él nunca piensa – algo que era una ventaja para ellos.

- ¿Pensaste en lo que dijo Lydia?

- Lo hice, no podía dormir anoche así que me quedé en la sala leyendo mientras ustedes dormían y también pude planear algunas formas de lograrlo – debía proteger a su familia.

-Hablé con Chris – Peter levantó una ceja, muy al estilo Hale – el Sheriff dice que tenemos todo su apoyo y el de la estación de policías de Beacon Hills, solo en caso de que queramos golpear un poco a Scott, él no está muy de acuerdo en lo de matarlo, por Melissa, y por lo que dijo Chris, también es porque el Sheriff fue como un padre para Scott luego de que Rafael los dejara, así como Melissa fue una madre para Stiles luego de la muerte de Claudia.

-Si, lo sé, él no lo sabe pero yo recuerdo a su madre y recuerdo lo que sucedió cuando ella murió – murmuró.

- ¿La recuerdas? – eso era algo que Derek no esperaba oír.

-Si, era una mujer amable, ella siempre que hablaba de su pequeño "Batman" olía a una felicidad que era contagiosa, siempre llevaba comida y ropa al hogar de niños donde mamá solía ir, no sé si lo recuerdas pero cuando tu abuela murió fui yo quien siguió haciendo las donaciones, la había acompañado muchas veces y sabía que esos niños solo comían y podían vestirse gracias a las donaciones, en una de esas tantas veces conocía a la dulce esposa del ayudante del Sheriff, tenía un don con los niños y además hablaba todo el tiempo y reía mucho, nunca me acerqué a ella pero siempre que la veía era igual – Peter sonrío un poco – Stiles huele un poco a ella ¿Sabes? Aunque él no lo sepa, y tiene la misma mirada – hizo una mueca de dolor antes de mirar a Derek – es una pena que haya visto a una versión malvada de su madre cuando se lo llevaron los Jinetes, la ilusión que estaba aquí lo culpó de su muerte y además trató de matarlo, lo peor es que tuvo que ver a su padre disparar a alguien que lucia como su madre.

- ¿Cómo lo sabes?

- Me lo contó, una noche en la que estaba demasiado ebrio, él estaba en la Jungla, lo llamé para decirle que me devolviera un libro que se había llevado de nuestra bóveda, ahí supe que no estaba bien y fui por él, no creo siquiera que recuerde como llegó a su casa – confesó.

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