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Corren y corren, no pueden parar de correr frente al enorme riesgo de ser aniquilados. La risa desquiciada de Pennywise zumba en los oídos de Richie, de la misma forma que al habérselo encontrado en el parque después de visitar el abandonado arcade, simplemente siniestro.
Logra esconderse detrás de unas grandes rocas, pero a consecuencia se ha dividido de los demás y perdió a Eddie de su vista. Aquello le preocupa en exceso, intentó mantenerlo dentro de su campo visual desde que se armaron de valor para salir de la anterior cueva, pero de un momento a otro ya no estaba. Y eso era bastante preocupante; podía más que su actual miedo.
La gran araña captura a Mike, esa era su distracción en el momento. Y que Dios le de la valentía de nuevo a Richie para no intentar escaparse como trató esa misma tarde, porque estaba más que dispuesto a salir corriendo, pero su fuerza de voluntad parece ser más poderosa y se sobrepone de su pavor; toma una piedra lo bastante grande para cubrir la palma de su mano y la arroja a la enorme criatura, exponiendo su presencia peleadora. Había acertado en su mejilla al primer tiro.
— ¡Hey, perra!
La cabeza del loco payaso voltea en su dirección, tirando a Mike con uno de sus brazos bruscamente hacia la rocosidad. Eddie lo ve desde su otro escondite con la expresión de “what the fuck are you doing, asshole?!” más literal de su vida, de verdad ese hijo de puta lograba sacarlo de sus casillas hasta en el peor de los momentos.
Richie vuelve con toda su rabia contenida a levantar otra piedra.
— ¿Jugamos verdad o reto? Esta es la verdad: ¡eres un bufón, imbécil! —Pennywise refunfuña, y el joven sonríe con superioridad.— Sí, es verdad. Hay que bailar, ¡yippiekiyay hijo de—
No pudo hablar más porque una enorme oscuridad inundó sus ojos, su mente se vio vacía, de repente perdió todo el control de sí mismo y de su entorno. Dentro de sí aún era él; y todo el escenario a su alrededor había cambiado. Sólo podía ver imágenes futuras; algo similar a lo que Beverly había descrito hace tiempo cuando se expuso frente a las Deadlights.
«Espera, ¿eso quiere decir que estoy frente a las Luces de la Muerte?» se preguntó, con una voz interna abrumada. Aquello le estaba perturbando en exceso, no entendía en absoluto lo que ocurría a su alrededor. Veía muertes, tragedias, pesadillas peores que las que había tenido en su infancia, pero dentro de eso también podía ver un extraño futuro de sí mismo y de sus amigos. Seguían viéndose bastante jóvenes a pesar de haber pasado varios años, continuaban con los proyectos que los había llevado al éxito, cada quien había tomado su camino y se encontraban divididos, sin tener recuerdos uno del otro. No supo qué lo entristeció más; el que todos se hayan separado, o el hecho de que no veía ningún futuro de Eddie con él. Es más, no podía ver a Eddie en ningún futuro, eso era extraño.
También había otra clase de futuro que Pennywise estaba mostrándole: ocurría ahí mismo, todos los Perdedores siendo mutilados por el mismo, excepto Richie. Él sólo se dedicaba ver a cada uno de sus amigos siendo asesinados, como un espectáculo que el payaso le mostraba exclusivamente para torturarlo. Y aquello era una agonía; como una parálisis del sueño, no podía moverse ni sentir ninguna de sus extremidades, y a su alrededor sólo veía caos, sangre y muerte, sumado a gritos de dolor y desesperación, lloros y súplicas.
