COMO LE DIGO

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- De donde sacas esos apodos tan cursis- me pregunto sonriendo.

- Me baso en ti, belleza- cuando dije esto nos reímos los dos al mismo tiempo

- Oye, he ganado unos 10,000 más. Y ahora que lo pienso no puedo estar con la misma ropa todos los días, tampoco mis amigas. No somos caricaturas, y ¿si vamos a comprar ropa?-

- Otra vez tienes toda la razón- tal vez podemos conversarlo en el almuerzo- en ese momento que ella iba a responderles se abrió la puerta y mostro a nuestros amigos, más específicamente a Kriss y a Rapunzel. A tras suyo estaba Ana conversando con Flin.

- Chicos, yo y Kriss vamos a hacer el almuerzo, ¿qué quieren que cocinemos?- pregunto la prima de Elsa.

- ¿No se supone que flin estaba encargado de ti?- pregunte en buena onda

- -sí, pero no sabe cocinar así que hable con el amiguito de Ana y lo convencí para que me ayudara a cocinar-

- Sí, yo y Flin haremos la ensalada- contesto Ana desde atrás con una sonrisa-

- Es muy lindo que se ofrezcan a cocinar, pero hay un problemita- respondió Elsa que seguia sentada en la silla del escritorio, el respaldar de esta ocultaba la laptop.

- ¿Cuál?- preguntaron os cuatro al unísono.

- No hay víveres para cocinar- los chicos se dieron cuenta de eso ya que no habíamos ido al supermercado hace tres semanas- hay dos opciones, o alguien va al supermercado o salimos a comer. Ustedes deciden-

- ¿Con que dinero vamos a salir a comer?- pregunto Flin

- Yo invito, ¿qué les parece?- respondí ofreciéndome.

- Y ¿con que dinero piensas pagar?, galán- pregunto Hipo, quien acaba de llegar agarrando a Mérida por la cintura. Todos se dieron cuenta, nadie pregunto, solo sonreímos.

- Con el que tengo, ya me pagaron el rescate de Elsa y ya salde mi deuda, así que los invito a comer- era verdad, Elsa ya había subsanado mi deuda depositando todo el dinero a la cuenta de este hombre y el a cambio me llamo diciendo que mi deuda con él estaba finalizada, luego Elsa dividió el dinero que quedo, una parte para ella y otra para mí, así todos salíamos felices.

- ¿Cómo demonios te han pagado si ni siquiera hemos pedido el rescate?- pregunto Kriss

- Porque yo he pagado mi libertad, genios- respondió Elsa sarcásticamente con una sonrisa. Luego se dirigió a mí- a mi parece bien, ¿Qué vas a invitar?-

- ¿Qué quieren comer?- pregunte a todos.

- Pastas-

- Pollo-

- Bife-

- Carne-

- El bife es carne genio- respondió de forma graciosa Kriss a Flin.

- Lo digo en general, también podría ser bistec, filete, calabresa, salchichón...- empezó Eugene a narrar millones de tipos de carnes.

- Ya entendimos- dijimos todos a la vez.

- Solo me estaba asegurando que quedara claro-

- Vale, y ¿a dónde vamos a comer?- pregunte.

- Hay un restaurante en la plaza, cocina de todo. Podemos ir ahí- sugirió Ana.

- Genial entonces cada uno lleve a su chica y ya está, nos encontramos ahí- esta fue una idea de Flin y fue la que se adoptó.

Todo el mundo se fue a alistar Elsa se lavó la cara mientras yo me posaba agua por el cabello para que no se me levantara, después salimos al garaje para subir a mi auto y dirigirnos a la plaza, en el camino nos pusimos a cantar juntos todas las canciones que sonaron en la radio, todas. Ya había olvidado lo divertido que era estar con ella, por un momento sentí que el tiempo se detuvo y me sentí increíble solo con ella a mi lado, era fabulosa. La amaba.

SECUESTRADASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora