BORRACHO DE AMOR

372 15 0
                                    

NARRA KRISS

Cuando llegamos al restaurante solo faltaba Jack y su noviecita. Al sentarnos estaban discutiendo sobre ropa, mas específicamente querían ir las chicas a comprarse ropa, porque no iban y se negaban a usar el mismo conjunto de ropa todo el tiempo que estarían con nosotros. Al parecer la primera idea fue que las dejáramos ir a sus casas a recoger unas cuantas mudas de ropa. Claramente nos negamos así que salió a flote la segunda idea. Esta consistía en que después de comer las acompañáramos a comprar unos conjuntos para que se pudieran vestir apropiadamente.

Como no somos de decidir entre pocos decidimos esperar a Jack y a Elsa para hablarlo con ellos. Claramente los 6 sabíamos que con convencer a Elsa bastaba. Mi amigo la obedecería como un perro.

Daba gracia, todo el mundo se había dado cuenta que entre el peli plateado y la rubia había mucha química, pero ninguno de los dos lo aceptaría.

Luego de unos minutos, como 15 a decir verdad, llego la parejita ideal, que se demoró un montón. Su escusa fue que fueron los últimos de salir de la casa.

Pedimos cada uno lo que quería comer y conversamos con los recién llegados sobre el tema de la vestimenta. Como había dicho anterior mente, solo basto para que la rubia digiera que le parecía bien para que mi amigo la apoyara.

Después de un par de horas, Jack pago y nos retiramos. La pequeña zanahoria y yo nos dirigimos a la plaza, ahí había un puesto de chocolate casero, de todas las formas que se podrían hacer.

- Mira, chocolate- lo dijo con una emoción y una carita tan tierna que no me pude evitar.

- Anda, pídete unos cuantos. Yo quiero unos palitos- voltio a mirarme- ve, yo invito.- sonrió y salió corriendo, luego la alcance y pague un par de bombones y mis palito. El amable señor, recibió mi dinero pero le dio las compras a la chica.

- Tomen, esto es un regalo- metió en la bolsa de papel donde estaban los productos un palito rojo- es chocolate de fresa. Si lo comen los dos al mismo tiempo su amor durara para siempre.-

- No, no, no-dijimos los dos al mismo tiempo.

- No somos pareja- dijo la peli naranja tomando la bolsa de papel.

- Es una pena- sonrió el viejito- harían una muy bonita-

Dimos media vuelta y retomamos nuestro camino hacia las tiendas de la plaza. La zanahorita malvada no quería darme mis palitos.

- Es mi venganza por tenerme atada- respondió sonriente, en eso logre quitarle el palito de fresa.

- Igual me voy a comer este- dije poniendo la mitad del palo en mis labios, sin morderlo. En eso Ana me jala de la camiseta y muerde la otra parte del palo. Esto ocasionó que yo mordiera m amia, fue en ese momento que me di cuenta que nuestros labios estaban juntos.

Ella cerro sus ojitos sin soltar mi camiseta, y yo la seguí. La cogí por la cintura, entrelace mis manos a su alrededor y suavemente mis parpados bajaron. No sé si era el chocolate o eran sus labios pero sabían a fresa, delicioso. No podíamos para era el momento, estábamos completamente pegado el uno al otro, mordí su labio inferior inocente mente y volví a empezar el beso. Después de unos segundos nos separamos y escuchamos una risita.

- Con que no eran novios, ¿verdad?- dijo el viejito que nos vendió los chocolates, seguido agarro su puesto móvil y continúo caminando. 

SECUESTRADASWhere stories live. Discover now