❝Estamos del otro lado, la pantalla somos nosotros y nosotros somos la televisión. Reza por las astillas, reza por tu miedo, reza por tu vida que fue solo un sueño... Reza porque el hombre que amaste es el monstruo al que le temes❞
═.✵.══════════ Some of them want to use you Some of them want to get used by you Some of them want to abuse you Some of them want to be abused.
Sweet dreams are made of this Who am I to disagree? ══════════.✵.═
➳sweet dreams (are made of this) - eurythmics
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La ira brillaba intermitente en su mirada, clavando sus rojos ojos en ella.
La voz le naciódistorsionada desde el fondo de su garganta para decir:
—¿Puedes ver al verdadero Roger, Aida? ¿Qué ves cuando lo ves? —su risa burlona retumbó en los oídos de ella. —Te da miedo descubrir lo que no eres capaz de soportar, cobarde.
Los marrones ojos de la joven se abrieron asustados y su corazón casi se salía de su pecho, la respiración se le entrecortaba, sentía su piel helada y erizada.
—Disculpa ¿Te encuentras bien?
Aida casi gritó cuando vio a Roger parado en el umbral de su puerta. Frotó sus ojos intentando volver a despertarse, pero no se trataba de un sueño nacido de otro sueño.
—Estaba buscando el baño y entonces te encontré a ti —trató de explicarse el rubio— Pareces asustada.
Aida no terminaba de comprender la situación.
—¿Qué haces aquí Roger? Es mi maldita casa.
—Mmh me temo que no —él miró a su alrededor, verificandolo—, estamos todos hospedados en la misma suite en New York, tu casa está en Londres.
Aida observó con detención cada parte de la habitación y si, Roger tenía razón, ésta no era su casa, ni su habitación, ni su cama.
Recordó dónde y por qué había venido y se sintió una estúpida.
—¿Estas drogada? Maldito Freddie si te dio de su mierda —masculló él entrecerrando sus ojos azules.
Aida sintió una sensación de simpatía hacia el pequeño interés que había expresado Roger hacía el bienestar de ella, pero lo dejó ir rápidamente.
—No estoy drogada —él se tranquilizó notablemente— sólo tuve un mal sueño —ella suspiró—. Contigo.
—Wow que halagador, es el efecto que tengo en todas las chicas —el sarcasmo brotó en su voz y comenzó a caminar hacia la menor.
