39; just fucking let me love you

1.1K 154 191
                                    

═.✵.══════════
And I spent too many late nights
Just thinking a hole in the earth

'Til the sky is on fire
And my head still won't die
I guess I'm lying 'cause I want to
I guess I'm lying 'cause I don't
══════════.✵.═

drugs  - eden

┏━━━━•❅•°•❈•°•❅•━━━━┓

┗━━━━•❅•°•❈•°•❅•━━━━┛

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

┗━━━━•❅•°•❈•°•❅•━━━━┛

United States, march 1976

—¡Roger! ¡Roger! —gritaba la multitud alrededor del baterista, quien medio cegado por los flash se abría camino hacía la entrada del hotel.

A diez días de lanzar su quinto álbum "a day at the races" Queen había emprendido su vuelo hasta Estados Unidos, directo al Fairmont Hotel, ubicado en el sureste de Louisiana en New Orleans, para festejar y promocionar el álbum.

Entre los periodistas, camarógrafos y fans el músico firmando algunos autógrafos y respondiendo algunas preguntas ajusto su traje color gris, entrando finalmente al extenso y espacioso salón.

Dentro se encontró con más de quinientos invitados, entre periodistas, amigos, strippers, drag Queens, malabaristas, bailarinas exóticas de todo el mundo, travestis y modelos masculinos y femeninos exponiendo su artística desnudez merodeando por todo el salón.

Pero nada de todo esa ostentocidad pudo hacer pasar desapercibida a Aida y lo precioso que le asentaba ese ceñido vestido azul marino.

—Señor Taylor —dijo el mayordomo, destapando una botella de champagne, obligándolo a prestarle atención —Bienvenido a su fiesta.

Roger sonrió amable, recibiendo la copa de champagne recién servida. Le dio un trago, al mismo tiempo que buscaba en el bolsillo de sus pantalones su cajetilla y el encendedor, para seguidamente encender un cigarrillo entre sus labios.

Al momento de levantar su mirada notó que Aida lo estaba observando y en tanto sus ojos conectaron ella le sonrió. Roger no devolvió la sonrisa.

—Qué haces aquí solo —le susurraron en el oído, besándole descaradamente el cuello—, si puedes estar divirtiéndote conmigo.

Incómodo y con la mirada penetrante de Aida clavada en él se apartó de la mujer, que vestía su elegante lencería de plumas y dijo desinteresado:

—No, muchas gracias.

Con la copa aún en sus manos y sujetando entre los dedos su cigarrillo Marlboro buscó a sus amigos entre la multitud, ya que con Aida se encontraba Ethan y hasta ese tipo raro con bigote que no reconocía, pero no sus amigos.

𝕸𝖔𝖓𝖘𝖙𝖊𝖗 🥀 Roger Taylor Where stories live. Discover now