SOLO AMIGOS | g.b ✔

➼ diez

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Capítulo diez:
Desahogo.

─Pauline─ exclamó mi madre corriendo a abrazarme ─. ¿Como estas, cariño? Ay, amor, no debimos dejarte a ti y a Ellie. ¿Dónde está tu hermana?

─Ya, mamá, tranquila─ sonreí con calma─. Ellie está jugando en el patio trasero, y estoy bien. ¿Cómo salió la renovación del casamiento?

─Bien, querida─ me soltó─. Tu padre ya viene. ¿Dónde está Gilbert?

─Ayudando a los demás con la construcción de la casa. Si nos vamos ahora, déjame decírselo a su padre, es para que no se preocupe... A Gilbert le preocupo mucho desde que pasó lo del incendio, ha estado muy protector conmigo. Es muy lindo de su parte.

─¿Te digo algo?─ la miré─. Tu y Gilbert van a estar juntos.

─No mamá, es... Solo mi amigo─ miré a otro lado.

─Lo mismo decía yo de tu padre─ rodé mis ojos.

─No es lo mismo, por favor, deja de decir esas cosas.

Luego de avisarle al señor Blythe de que me habían venido a buscar y llamar a mi hermana, salí de la casa dónde nos esperaba mi madre. Comenzamos a caminar hasta nuestro hogar. Pude ver a mi padre descargando dos maletas de la carroza en dónde viajaron al pueblo. Me acerqué a él.

─Pauli, Ellie─ me abrazó─. Gracias a Dios estan bien, hijas.

Besó mi frente y me soltó para luego hacer lo mismo von Ellie. Lo ayudé a descargar otras cosas. Una vez que estuvimos juntos todos frente a la estufa en la sala, yo hablé.

─Cuando me case, ¿tendré que renovar mi casamiento cada tantos años?─ miré a un punto fijo en el fuego.

─No necesariamente, querida─ dijo mi madre─. Solo si quieres seguir con la tradición. Es tu decisión, además tu futuro esposo debe estar de acuerdo con eso.

Asentí.

Ni siquiera sabía si iba a tener esposo, así que no debía preocuparme. Solo quise sacarme una duda casi existencial. Bueno, no.

Me acomodé en el suelo y crucé mis piernas antes de apoyarme en el sillón. Tal vez era muy temprano pensar estas cosas, pero tengo miedo de llegar a ser adulta y no casarme. Suena estúpido, lo sé, pero si no me caso es porque nadie me amó... Y si esa persona que nunca me va a amar es Gilbert, déjenme decir que de nada valió la pena en esta vida.

─¿En qué piensas, Pauline?─ preguntó mi padre mientras dejaba su libro para mirarme.

─Nada, papá─ lo miré e intenté sonreír─. O sea, si, pero prefiero no decírselo a nadie hasta estar pronta y segura.

─Lo que necesitas es desahogarte con alguien o algo confiable─ miró a todos lados─. Te diré la mejor forma: encierrate en tu habitación, agarra una pluma y una hoja o cuaderno, ahí empieza a escribir todos tus problemas, preocupaciones y pensamientos. Luego los lees, ahí te darás cuenta de la solución ya que al ver las cosas desde otro punto de vista, las resuelves mejor y más rápido.

─¿Seguro?─ asintió. Me levanté─. Gracias, papá.

Corrí y me encerre con llave en mi habitación, para encontrar privacidad. Abrí un cajón donde tenía cuadernos y plumas. Saqué mi tintero y me senté en mi escritorio.

"Gilbert Blythe, es la persona con la que socializar valió la pena. Siempre me hace sacar una sonrisa y es muy atento conmigo. Me encanta todo de él. Tiene unos ojos hermosos que brillan bajo la luz de la Luna, y un cabello al que amo tocar. Me encanta su sonrisa, me provoca confianza. Sus abrazos que me dan seguridad y su mano sobre la mía, con una notable diferencia de temperatura en la piel (en serio, ¿cómo mantiene su mano calentita en pleno invierno?).

Pero hay algo que en serio odio de él. Odio que siempre hable de Anne, como si fuese lo más bello de la Tierra. No, no estoy celosa, solo me cansa mucho. Además, me pone triste porque sé muy bien que a mi nunca me va a ver de la forma que mira a Anne. Ella es una buena chica, es sociable, tiene un carácter inquieto y lo entiendo, es perfecta. Mientras yo... Yo soy lo contrario.

¡Dios! Daría lo que fuera para que Gilbert, mi mejor amigo, me viera de la forma en la que yo lo veo. Que piense que soy linda, que mis ojos son los más hermosos y mi cabello luce excelente cuando ondea con el viento. Me gustaría, por más loco que suene, ser perfecta frente a sus ojos.

Soy chica, lo sé... Pero hay veces en las que me pongo a llorar, de manera silenciosa, pensando en cuál será mi futuro, y la verdad es que muchas veces lo vi a él y a Anne casándose... Mientras que yo seguía amandolo.

También me pregunto: ¿qué se sentirá besar a Gilbert Blythe? Lo único que he besado es su mejilla, y es muy suave. Tiene una linda piel.

¡Demonios! Estoy muy segura que, con mis cortos años de edad, me enamoré de mi amigo. Ahora pido que llegue un chico que me haga olvidarlo y dejarlo ser feliz... Ojalá eso pasara.

Gilbert: apareciste en mi vida de la nada y me libraste de la muerte, ¿cómo rayos crees que no me voy a enamorar si con la mínima demuestra de afecto ya me gusta todo? Lo sé, también odio eso de mi, pero así son las cosas.

-Pauline Roberts"

No quedaba otra cosa que doblar bien la hoja y guardarla bajo llave. En realidad, luego de leer todo, supe que hacer. Mi padre tenía razón. Planeaba hacerlo más seguido.