NHEREOS: Nacer para Sobrevivir © [NHEREOS #1] [✔]

Capítulo 11

Fiora frunció el ceño.
¿Acaso eran hermanos ellos dos? Sabía muy bien cuando era posible porque los padres, durante la época de nacimiento de gemelos, solían ponerles nombres pares de algún lado; por ejemplo, Flora y Fauna. También estaban Caín y Abel, Light y Shadow. Sabía por boca del propio Levi que tenía un hermano perdido por ahí, pero no se imaginó que el faltante del par Landstrom era un Nhereo de Hiringger al igual que su hermana, Fauna.
De hecho, dadas las inclemencias institucionales a nivel mundial y todas las complicaciones habidas y por haber, Fiora creyó muerto al Landstrom faltante.
No lucían muy diferentes; tenían hasta la misma altura, apenas si cambiaban las formas de las cejas, las pecas de uno y quizás el cabello; Pentagon era casi albino comparado con Levi. Albino e impecable.

—¿Qué es ese lío? —preguntó Gary acompañado de Gray, ambos medios dormidos. Agrandó los ojos al ver a Pentagon—. ¡Pentagon! —rugió entrando y siendo sujeto por cuatro—. ¡No! ¡Pentagon!

—¡Gary! —forcejeaba Gray sacándolo de la tienda—. ¡Gary sal por favor!

Logró darle un empujón lo suficientemente fuerte como para tirarlo en la tierra. Gary gruñó y se lanzó a atacarlo sin motivo.

—¡No! —gritaba Fiora desesperada intentando intervenir—. ¡Ya basta!

—¡Ni se te ocurra, Fiora! —exclamó Laura—. ¡No son como nosotros! ¡Te matarán!

—¡Deténganse! ¡Ya basta los dos!

Pero no escuchaban, la furia los cegaba, los insensibilizaba y volvió invisible a quienes tuvieran a su alrededor. Se propinaban golpes tan brutales que de habérselos dado a cualquiera, lo habría matado en un segundo. Gray cargó a su gemelo en los hombros y lo lanzó a metros suyos. El mayor tomó un caño, dispuesto a dárselo en la cabeza cuando su hermano cazó otro, deteniendo el ataque.

Levi salió de la tienda, los vio peleando sin saber porqué ni cómo detenerlos, no sabía qué hacer. Los dos se movían a una velocidad imposible de alcanzar por un simple mortal. Y él en su baja emocional, le resultaba difícil distinguirlos. Los dos caños chocaron por los extremos, escapando de sus manos.

—¡Gary! ¡Gray! —rugió Levi—. ¡No!

Los gemelos iban a darse un puñetazo uno al otro cuando éstos chocaron. El impacto produjo una onda electroestática intensa que se dispersó por el suelo y regresó al cuerpo de los Dunn, éstos no podían separarse tras el contacto.
Aturdidos, veían que la energía brotaba de los puños unidos y recorría lentamente sus brazos, pasando cual víbora hacia el resto del cuerpo. La piel de los gemelos parecían escamas, volteaban una tras otras como píxeles cambiando de color.

—¡Levi! —suplicaron en gritos al unísono con un mismo tono de voz.

A su alrededor se formaba una corriente de energía más intensa que llegó a convertirse en rayos azules brillantes. Fiora buscó explicación válida a lo que ocurría en ese mínimo instante que parecía nunca acabar, los demás se alejaban, viendo a los gemelos con terror. Levi reaccionó y giró a sus espaldas, viendo a Vaugh, uno de los tantos ex Nhereos; tenía una vara de madera en mano.

—¡Dame eso! —ordenó y el joven se la entregó de inmediato. En una milésima de segundo calculó el blanco y lanzó.

Los Dunn se separaron instantáneamente, cayendo de espaldas con varios metros de distancia. Lo que fue levantado por la propia estática proveniente de los gemelos, cayó estrepitosamente de regreso al suelo e hizo estallar dos de los cinco generadores con los que contaban. Por no decir que todo aquello que estuviera conectado también estalló ante la suba de tensión. Por suerte y gracia de algo divino sobre ellos, el artefacto que mantenía el domo soportó tal furia energética, mas no así las luces; de las 15 quedaron de pie 7.