Capítulo 4: Inesperada visita a la enfermería

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Al término de clases, Richie se despidió de Greta con un beso y comenzó a caminar en dirección a su habitación. Recientemente había cambiado de gafas por lo que estas le resultaban un poco molestas, así que se las acomodó y continúo caminando. Iba ensimismado pensando sobre tipos y acentos de voces que podía llegar a imitar. Ya tenía el acento irlandés, la voz del negrito esclavo, la abuelita, el locutor de noticiero cinematográfico y su reciente y majestuosa creación: Pancho Villa.

Hasta podía ver el éxito rotundo que esa limpia y perfecta imitación del acento mexicano le traería a su vida.

Distraído se acercaba al pasillo al que debía girar a la izquierda para llegar al bloque de las habitaciones, sin embargo, solo se percató que alguien planeaba girar en dirección desde donde el venía cuando sintió un golpe seco a la altura de su pecho.

Eddie se agarró su nariz alarmado por el impacto, hasta estaba seguro de haber oído el crujido de su nariz al golpearse; sentía dolor y angustia, sabiendo lo que le esperaba. Era ahora cuando su nariz comenzaba a sangrar y su garganta se cerraba evitando el paso de aire.

-Joder, para ser tan pequeña tu nariz golpea igual que una roca.- Habló Richie sobando el lugar en su pecho donde la respingona nariz del pequeño había dado. Sin embargo, Eddie no contestó, muy ensimismado y concentrado tratando de evitar el ataque de asma mientras tapaba su sangrante nariz.

Sus intentos por lograrlo fracasaron y finalmente tuvo que abrir la boca para dar bocanadas de aire. Richie lo miró extrañado.

-Generalmente cuando suceden este tipo de cosas las personas piden disculpas...- Cada vez el pequeño Grazer trataba de dar bocanadas más fuertes, por lo que el chico Wolfhard no aguantó y abrió su boca para hablar. -¿Estás teniendo una especie de orgasmo por ver mi atractivo o algo así?- Eddie lo miró confundido. Para ser de los más populares también era de los más tontos. -Lo lamento pero tengo novia, cariñito.- Soltó el bocazas mientras alborotaba levemente el perfecto peinado de Eddie.

Eddie se volteó quitando levemente la mano de nariz, y fue ahí cuando el más alto se percató de la sangre que salía de esta.

-Oh por Dios enano, estás menstruando nasalmente ¿Tu cerebro se está saliendo por ahí o que mierda?- Eddie negó. Cada vez se le hacía más difícil respirar, y recordó como había optado por dejar su inhalador en la habitación, que tonto había sido.

-E-enfermería. Llevame a l-la enf...- Richie lo miró entre asqueado y asustado. No podían culparlo, nunca en su vida había visto a alguien teniendo un ataque de asma con hemorragia nasal que parecía menstruación frente a él.

Se colocó tras Grazer y poniendo sus manos en los hombros del pequeño comenzó a guiarlo con cuidado a la enfermería. Estuvieron así hasta que finalmente Eddie no pudo soportar más la falta de aire y perdió el equilibrio. Para suerte del asmático, Richie alcanzó a tomarlo de la cintura, y terminó de llevarlo así hasta la enfermería.

-¡Emergencia, emergencia!- Habló Richie mientras se adentraba con Eddie al lugar, llamando la atención de la enfermera. -Está botando sus óvulos por la nariz como una maldita cascada.

-Vocabulario, Wolfhard.- El mencionado colocó a Eddie en la camilla y se quedó a su lado para que el pequeño no cayera de ella. Grazer estaba casi inconsciente, y su nariz seguía sangrando.

-Si fuera un vampiro serías una presa fácil.- Se burló Richie, sin embargo, ni la mujer ni el pequeño rieron.

La enfermera se acercó con pañuelos húmedos, tomó el rostro de Eddie y lo llevó levemente hacia atrás. Luego con su pulgar e índice apretó suavemente la parte blanda de la nariz, cerrando sus fosas nasales. Cuando estuvo así, tomó un pañuelo y le limpió cuidadosamente la nariz, los labios, parte de la barbilla que tenía manchada y le entregó un pañito para que se limpiara su mano.

-Respira por la boca.- Le ordenó al asmático, quien ya casi no podía dar las bocanadas profundas. -Relájate, relájate. No pienses en nada y respira. Tu nariz está indispuesta para inhalar así que debes hacer un esfuerzo para regular tu respiración por la boca.

-N-no pue...

-No hables. Calma tú respiración.- La enfermera volteó a ver a Richie. -¿No está aquí su inhalador?- Richie sin saber que decir, atinó a negar.

-N-no lo sé.

-No, e-en mi ha-habit...- Y comenzó a boquear más rápido. La enfermera se alarmó.

-Necesitamos su inhalador. Sin él no podemos hacer mucho y casi está inconsciente.- Richie se extrañó impactado mirando el lugar.

-¿Es una estúpida enfermería y no hay inhaladores?- La enfermera lo miró severa. -Sí, sí, ya sé. "Vicibilirii Wilfhird".

-Esos son medicamentos personales, no tenemos de ese tipo aquí. Iré con el director para que llame a sus hermanos de inmediato.- Habló la mujer y con su mano libre acercó a Richie.

-No, no, oiga.- Trató de alejarse, sin embargo no pudo.

-Debes hacer lo que yo estoy haciendo hasta que vuelva, para evitar que la hemorragia empiece de nuevo. Y no dejes que se desmaye, distráelo ¿Me escuchaste?

-¿Pero qué caraj...?

-¡Hazlo!

-¡De acuerdo!- Colocó sus dedos tal como lo tenía la enfermera casi con miedo, y esta después de lavarse las manos rápidamente, salió del lugar indicándole a Richie que mantenga la misma posición hasta que vuelva.

-Joder, me siento como un tampón ahora mismo, pero sin la parte divertida.- Miró los ojos de Eddie que parecían que en cualquier momento se cerrarían, mientras trataba inútilmente de respirar por la boca. -Hey, hey, hey. No, no, no. No te duermas. Oye.- Miró a su alrededor preocupado, sin saber que hacer. -Si hubiera querido ser un maldito doctor, apuesto que estas cosas no me hubieran pasado.- Se quejó y volteó de nuevo hacia Eddie. -Oye, oye. Despierta.- Miró su rostro comprimido por la angustia y luego bajó la vista a sus labios rosados que estaban abiertos dando bocanadas de aire, y la vista simplemente ya no la pudo apartar.

Segundos después se dió cuenta de lo que estaba haciendo y se exaltó por la estupidez que había pasado por su mente.

-Genial, tú te estas muriendo y yo me estoy volviendo loco ¿Tu sangre libera alguna toxina que me hace delirar, verdad? Es la única explicación.- Eddie no escuchaba, veía borroso como Richie parecía mover la boca hablándole a él, sin embargo sus oídos sibilantes no captaban sonido alguno. La enfermedad irrumpió en la enfermería con Jack, Alex y Freddy, sumamente preocupados por Eddie. La mujer se acercó al pequeño y poniéndose a lado de Richie cuidadosamente colocó el inhalador en su boca y apretó dos veces. El salbutamol recorrió la garganta de Eddie, despejándola y ayudándole a que finalmente pudiera respirar. El pequeño aspiró aire profundamente por la boca y por fin comenzó a salir de la inconsciencia.

-Modo tampón desactivado.- Habló Richie, cuando la señora tomó su lugar apretando la nariz de Eddie.

-Muchas gracias, Richard.- Le agradeció la mujer y los chicos lo miraron.

-Si, muchas gracias por traerlo.- Habló Jack mirando al bocazas.

-No hay problema. Hago esto todo el tiempo.- Contestó mientras lavaba sus manos y salía del lugar. Luego todo en su mente se puso confuso, pensó en Eddie y su extraño pensamiento cuando lo tuvo a centímetros de distancia.

¿Pero qué carajos fue eso? Fue lo que rondó su mente en todo el camino a su habitación junto a pensamientos extraños. Sin embargo, Greta no apareció en ningún momento en ninguno de ellos.

[CANCELLED] Los Cuatrillizos Grazer •AU-Crossover•Where stories live. Discover now