Capítulo 5: La degradante clase de Historia

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Jack era quizás el más extrovertido entre sus hermanos. Sabía desenvolverse en público y su manera de expresarse sin llegar a sentir vergüenza por ser el centro de atención era increíble. Casi como un talento.

Y eso era lo que estaba demostrando en ese momento mientras exponía frente a sus compañeros sobre la historia de Dawkins y daba a conocer hechos que no eran relatados comúnmente. El tema era hasta aburrido, pero el toque de carisma y energía que podía ponerle Jack a sus palabras lograba que todos prestaran atención como nunca antes habían hecho en alguna clase de Historia.

Pero a pesar de ello, era ese simple hecho lo que más le molestaba a Finn, quien hacía su máximo esfuerzo por ignorarlo, sin embargo, no podía.

Su atención se desvíaba rápidamente a Jack a cada instante, y estaba a punto de golpearse en la cabeza para reaccionar cuando el pequeño Grazer terminó y los aplausos en el salón resonaron. Su martirio finalmente había acabado y resopló aliviado mientras pegaba la frente en la mesa delante de él.

Su mente le decía que Grazer lo había hecho horrible. Que no sabía expresarse y la manera de exponer no era propia de un tema serio como lo era la historia de la ciudad. Pero su razón pensaba diferente, y atribuía su desprecio por Jack al hecho de que antes el único que solía dar exposiciones iguales era él, el que solía destacar en eso, era Finn. Ya no sería el único. Ni en clases de Historia, ni en la institución, ni en la cuidad.

Tendría que prepararse para ceder el puesto número uno donde estaba ubicado por su popularidad, o simplemente aprender a compartirlo con Jack.

Ninguna de las dos opciones le gustaba.

Ni planeaba escoger cualquiera de ellas. Planeaba hacer lo posible por evitar que el pequeño Grazer le arrebate el primer lugar.

Jack solamente se divertía. Porque era claro que él no le agradaba a Finn. Más bien, lo supo desde el instante en que puso un pie en la clase de Matemáticas el primer día junto a sus hermanos. Lo supo de inmediato, porque de todas las miradas que estaban sobre él, la única que le llamó la atención fue la de Finn, ni más ni menos. Oh y él comprendía lo que costaría llegar a agradarle. Freddy, Alex y Eddie se habían llevado la parte fácil, pero a Jack le había tocado al creído orgulloso y egocéntrico incapaz de querer soltar la corona que había portado durante cinco años, sin embargo, él estaba acostumbrado a cargar con la parte difícil. Quizás era el peso de ser el mayor de sus hermanos por minutos, quizás era una especie de prueba que rendía constantemente para probar que merecía aquellos minutos más en este mundo.

-¡Eso fue excelente! Nadie había hecho una exposición así antes. Espero chicos que tomen esta como ejemplo y se esfuercen cuando llegue su turno.- Finn levantó la cabeza y miró indignado a la maestra. ¿Como podía ser tan hipócrita después de tantos años de felicitarlo por haber hecho lo mismo? Su orgullo se sintió herido y su desprecio comenzó a crecer lentamente en su interior.

Jack asintió feliz de obtener una buena calificación y se dirigió a su asiento. Le gustaba sacar provecho de su capacidades si eso le ayudaba a obtener buenas notas, pero solo eso, la atención que ganaba en el camino era solo algo con lo que tuvo y tenía que lidiar.

Wolfhard no lo veía así. Se formó una imagen errónea en su cabeza: Jack estaba sonriendo así porque sabía que comenzaba arrebatarle su popularidad.

Que equivocado estaba.

La clase continuó y treinta minutos después la campana sonó anunciando el final de la jornada. Fin de semana al fin.

Jack tomó sus cosas apresurado y se dirigió al baño de la institución, debía hacer pis y si no iba rápido temía quedar en ridículo. Sin más, salió del salón y Finn se encontró solo en el lugar. Pensaba y pensaba maneras de deshacerse Jack, no obstante, su cabeza parecía resistirse a sus ganas de desgraciar la vida del pequeño Grazer y ninguna que valiera realmente la pena se hizo presente.

Iba tan ensimismado pensando que no notó cuando chocó con Ayla de espaldas, ni mucho menos que estaban a pocos metros del baño.

-Hola amor.- Saludó la chica y le dió un rápido beso en la boca. Finn solo asintió sin llegarle a prestar la suficiente atención.

-Hola.- Se ganó una mirada extrañada.

-¿Sucede algo?- El chico no contestó y mentalmente se preguntó si era buena idea hacer que lo expulsen a Jack. Podría servir. Se contestó a sí mismo, pero esos extremos eran peligrosos, así que descartó la idea rápido. -Hey.- Volvió a hablar Ayla sacándolo de sus pensamientos.

-Sí, sí. Dime.- Ella lo miró acusadora.

-Te estoy preguntando que sucede. Estás... extraño.- Wolfhard arrugó el entrecejo.

-¿A qué te refieres?

-Me refiero a que estás más extraño de lo normal.- El chico fingió una sonrisa. Ayla río con gusto. -No te enojes. Después de todo ya estoy acostumbrada.- Le dió un beso en la mejilla y Finn la abrazó por los hombros. Por fin pudo quitarse de la mente a Jack, y le agradeció sin que la chica supiera exactamente por qué, regalándole cariñosamente un beso en los labios. Hablaron de temas triviales, y abrazados igual que una pareja ideal, se alejaron en dirección a sus respectivas habitaciones.

Jack había observado todo, y una sensación desagradable se instaló a la fuerza en su pecho, y no se sintió bien porque él no era así. No le gustaban ese tipo de cosas. No era una persona envidiosa y mucho menos celosa. Estaba bien con lo que tenía. O quizás estuvo bien hasta que conoció a Finn, pero se daría cuenta de eso más adelante.

Intentando ignorar la sensación, se dirigió a las habitaciones tomando un camino alterno, sin embargo, una voz recientemente conocida llamó su atención.

-Hola Jack.- Saludó Asher a su lado, haciendo sonreír levemente.

[CANCELLED] Los Cuatrillizos Grazer •AU-Crossover•Where stories live. Discover now