53.Vacilatela.

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—¡¿Y por qué no puedo ir con ustedes?!—chillaba Ana, metiéndose en mi cuarto como si fuera de ella.  

Logan dejó la plancha de vapor a un lado de su disfraz y miró a Ana.

—Ana ¿Si sabes que debemos tenerte bajo perfil para que no te deporten?

—Además que no te invitaron.—añadí, entrando al baño a buscar mi desodorante.

—¿Y qué voy a hacer aquí sola toda la noche?—se cruzó de brazos.

Seguidamente, se lanzó en nuestra cama como si fuera de ella. Esto del matrimonio se le está subiendo a la cabeza.

—Tienes a Batman de compañía.—opiné, ella me miró mal.—O bueno, te pones a hablar con Gabriel por WhatsApp, aquí en internet vuela, chama.

Marico, su cara cambió radicalmente, ahora parecía arrecha. No arrecha normal así picada, sino arrecha arrecha tipo de matar a alguien.

Mielda ¿Qué pasó aquí?

—No tengo nada que hablar con ese mamaguevo.—giró la cabeza para que no viera su cara.

Logan y yo intercambiamos miradas.

—No conozco a ese tal Gabriel, no puedo decirle nada.—se encogió de hombros el inútil ese.

Bufé y me senté al lado de mi mejor amiga en la cama. Ella ni por el coño se volteó.

—¿Qué hizo el pajuo?—le pregunté de una porque ajá.

Ya yo había visto comentarios raros en Instagram de esos dos, pero no le paré bolas porque ellos se tratan a los coñazos a veces so.

Ana comenzó a mover sus hombros de manera irregular mientras soltaba un sonido agudo. Ay mano ¿Estaba llorando? No me digan esa vaina.

—Ay no, mami ¿Qué pasó?—me dió de todo al escucharla llorar nawara, me le pegué en la espalda.—¿Pelearon?

Sentí un flash rodearnos, miré a Logan con arrechera.

—¿Qué?—preguntó con inocencia, guardando su teléfono.—Pruebas para el consulado.

—Me engañó.—regresé a Ana cuando escuché eso.

Esperen qué.

No me jodan.

NOOOOO MI SHIP DE TODA LA VIDA FUE CAGADO POR EL WEBO LIBRE DE GABRIEL

—¡¿Cómo que te engañó?!—es que no lo podía creer mrk, si él es el primerito en quejarse de las infidelidades.—¡¿Y por qué?!

—Querrás preguntar con quién.—ahora si me miró. Mierda, el chisme está fuerte.—Cristina, marica. Cristina y Gabriel estaban saliendo a escondidas desde la última vez que vine.

QUÉ MIERDA

NAGUEBONA LOS VOY A MATAR QUÉ LES PASA NOJODAAAAAA

Con razón el grupo andaba muerto, hablaba poquito con Nelson así tipo una vez a la semana y con Ana bueno, ustedes saben. Dios naguebona, que peo con esos dos desgraciados ¿Cómo le van a hacer eso a mi niña?

Un momento...

—¿Por eso aceptaste mudarte aquí sin creer en naiden?—ella asintió.—Chama, nawara, Nelson y tú debieron habérmelo dicho para mandarlos a matar.

—Marica, de pana que se pasaron los desgraciados esos.—la mongolica esta estaba llorando y limpiándose los mocos de mis sábanas.

Llorando. Por Gabriel.

El mariquito de Logan | Logan LermanWhere stories live. Discover now