79.Me callo o nos mato.

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Lindsey es una gran amiga, hermana, cuñada, novia, prometida y futura madre. Ella es una de las mejores personas que he conocido.

Tal es ese punto, que a pesar de la enorme barriga de embarazada que tiene, me está ayudando a empacar mis cosas. Sin reclamar. Sin insistir que me quede. Ella desde un principio respetó mi decisión.

—Además de tu ropa ¿Qué piensas conservar?—me pregunta luego de doblar un vestido.

El mismo vestido que ella me regaló el cumpleaños pasado de Logan.

—Claro que si. Lo que tengo en el estudio puede entrar en dos maletas más.—calculo, cerrando la 4ta maleta con ropa.—Algunas fotos, adornos, sábanas.

—¿Hablaste con tu jefe?

—Si, le dije que era indefinido mi regreso. Así que no me puede asegurar mi trabajo cuando regrese y no lo culpo.—me encogí de hombros.

Lindsey cierra uno de los bolsos y se sienta con dificultad en la cama, yo me pongo a su lado y ambas nos abrazamos.

—Voy a extrañarte mucho, Bea.

—Ah pues, ni que me fuera a morir.—suelto una carcajada. Posé mi mano en su vientre.—Ese niño no se escapará de mí tan fácil ¿Ya David y tú escogieron nombre?

La sonrisa de Linds me alegró el día por completo, se notaba la ilusión de un nuevo miembro de la familia y las ganas de ya tenerlo en sus brazos. Yo estaba muy feliz por ella.

—Después de ver la lista de sugerencias de todos ustedes, ganó uno pensado por Dean.

—¿Qué?—parpadeé.

—Si, yo tampoco lo podía creer.—se echó a reír.—Se llamará Leandro.

Tradición con L ¿Dónde?

Igual, es un nombre muy bonito ¿Cómo se le ocurrió a Dean?

—¿Quién lo diría?—me aferré más a mi querida Lindsey.—Equis, voy a malcriar a ese carajito.

—Solo recuérdame no dejarlo solo contigo y con Froy.—se burló.

—Ah pues, somos primerizos en esto. Vamos a aprender, ya tú vas a ver que seremos los mejores padrinos que existen.—le aseguré.—Es más, soy tú y me preocupo por David. Ese le pones el Play en la sala y ni se da cuenta de que el carajito saltó por la ventana.

—En eso tienes razón, voy a confiscar ese aparato.

Uy, te jodí, David.

La puerta del cuarto fue azotada, arruinando el lindo momento que estábamos teniendo. Lucas entró ruidosamente y me señaló.

—Eres una egoísta.—me acusa.

—No si ¿Ahora por qué?—me crucé de brazos.

—Hoy me dieron ganas de llamar a mi hermano, ya sabes, para saber como está tomando el hecho de que su novia se va del país y ¡Oh, vaya! ¡NO SABE NADA!—me gritó arrecho.

Me levanté de un salto, arrecha también.

—¡Más te vale no haber abierto esa jeta!

—No le dije nada, pero es obvio que no está al tanto ¿No piensas decirle? ¿Piensas irte y que él se entere regresando de la gira?

Ahí Lindsey también tomó el valor para hablar.

—¡Pensé que ya le habías dicho!—exclamó sorprendida.—Bianca, debes decirle hoy, te vas en tres días.

Lucas no sabía esa información y me miró aún más furioso que antes.

—¡¿Es que ya compraste el pasaje y aún no le dices nada?!

El mariquito de Logan | Logan LermanWhere stories live. Discover now