66.Boda y el presidente interino Jr.

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Bueno mano, ustedes saben que uno es marginal hasta la muerte ¿Verdad? No importa el lugar y el momento, el malandreo nos acompaña.

¿A dónde nos llevó hoy? Pues al día que nadie PERO NADIE esperaba que pasaría.

En serio, nadie.

Y es que cuando nos anunciaron el beta, pensábamos que era jodiendo, hasta yo estaba buscando la cámara escondida que en cualquier momento diría "TAS EN Q'LOCURA".

Pero no. Todo fue real.

Esto está pasando.

—Mamagueva, más te vale apretar bien el vestido.—Ana andaba intensa desde hace semanas.—Mira que si se me sale una teta caminando al altar, te voy a sacar una a ti.

Ana se nos casa, marico. Y esta vez conmigo no.

Con Lucas.

Lu

Cas

¿Saben? Mi cuñado que ni por el coño quería esposa. Bueno, pa que vean que los amarres de Ana si son fuertes.

—Tu estás buscando es una coñiza frente a toda la familia Lerman.

—Como si para ellos fuera novedad vernos agarrandonos por las greñas.

Ok, me reí fuerte porque es verdad. Diosmio, mala idea ponernos a Ana y a mí en la misma familia, los días festivos somos el show principal.

—Hoy no quiero peleas, muchachas.—intervino Lindsey, totalmente lista para la ceremonia.—Solo puedo imaginar a mis tíos hablar pestes del vestido de Ana.

Porque obviamente mi mejor amiga no iba a casarse de blanco, ella es de todo menos pura webón. Así que conseguimos el mejor vestido de novia en negro, ceñido al cuerpo con cola de sirena y encaje en el pecho. Ella es feliz luciendo como la reina del infierno y eso nosotros lo aceptamos.

—Que hablen todo lo que quieran, es mi boda y yo hago lo que se me de la gana.—sentenció la novia, mirándose en el gran espejo de la habitación.—Bea ¿Qué tanto te tardas? Ni que fuera tan difícil subir un cierre.

—Sería mas fácil si no hubieras comido hasta reventar el fin pasado, nojoda.—me quejé.

—Fue mi despedida de soltera vale, no me arrepiento de nada.

—A ver, te ayudo.

Lindsey sujetó el final del vestido para yo poder terminar de subir el cierre. Yo odio estos cierres de mierda porque son tan delicados que son un peo para cerrar.

Cuando por fin lo logramos y la cuñis y yo teníamos los dedos marcados, Ana dió una vuelta para modelarnos el resultado final de su outfit de bodas. Con el cabello recogido y perlas adornándolo, maquillaje sutil y discreto, tacones de aguja y no podía faltar el majestuoso velo degradado en negro con encaje en los bordes.

Si, esta boda salió bien costosa. Incluso más que la de Linds.

—Una novia muy original.—halagó la cuñis, sonriendo encantada.—Al principio no estaba del todo de acuerdo con esto, pero me equivoqué. Amo tu estilo, Annie.

—Lindsey, no me hagas llorar porque se me corre el maquillaje y me voy a arrechar.—advierte Ana, mirándonos por el reflejo del espejo.—Necesito unos minutos a solas, me avisan cuando sea hora.

Nosotras obvio asentimos e hicimos caso, la boda de alguien es un momento donde muchas emociones se mezclan, es un gran cambio para tu vida, así que debemos mentalizarnos a eso antes de que sea tarde.

Sé que Ana no se arrepentirá de esto, pero también sé que lo debe meditar por si sola antes de decir sí.

Cerré la puerta con cuidado y Linds y yo caminamos por el largo pasillo hasta la recepción del hotel donde se llevará a cabo la boda.

El mariquito de Logan | Logan LermanWhere stories live. Discover now