Capítulo 16

935 111 183
                                    

Iris

Cuando llegue a mi turno de la noche alguien había muerto en el area de oncología, no lo hacía conocido era uno de los pasientes de otra área pero escuchar esa noticia me aterro, no quería llegar un día y recibir esa noticia de alguno de mis pacientes a cargo o aun peor el tener que darla, incluso cuando mi turno había terminado decidí continuar con algo de investigación y me sentía irritada conmigo misma por no poder superar el porcentaje de riesgo, pase toda la noche en vela que nisiquiera note cuando me quede dormida.

—Estoy despierta—dije en cuanto escuche como me llamaban sentí como algo volaba sobre mi por lo que traté de quitarlo con mi mano pero lo único que hice fue abofetear a mi jefe—. Huy, ¿esta bien?

—Debería ir a casa a descansar—dijo mientras sobaba la mejilla que había golpeado

—Estoy bien—dije antes de soltar un largo bostezo —. Ya tomé una siesta.

—Dormir en el suelo no está bien. Vaya a casa y descanse un poco.

—Insisto estoy bien—me levante tomo los expedientes para volver a soltar un largo bostezo, demonios necesito conseguir enjuague no al de inmediato—. Aunque sí me apesta la boca.

—Doctora Shuster, vaya a casa.

—Le digo que estoy bien
—afirme mientras le daba dos pulgares arriba para salir de la oficina para continuar con mi investigación, tal vez debería consultarlo con alguien pero con mi jefe llendo detrás de mi insistiendo en que vuelva a casa es difícil pensar en una buena idea.

—Si quieres continuar con tu diagnóstico del cáncer deberías ir a casa y descansar.

—¿Viste mis apuntes? Dime, ¿qué opinas?

—Demaciados riesgos, puede obtener varios efectos secundarios.

—Lose pero que fiasco, ¿alguna sugerencia?

—Qué siga su tratamiento de quimioterapia.

—Pero no funciona, no mejora.

—Tampoco empeora.

—Eres el director de cirugía sin embargo no veo tu apoyo en esto. Sabes creo que si...—guarde silencio cuando choque contra alguien—
lo siento, no iba por donde... ¿Dominic?

Ahí estaba él, frente a mi después de tanto tiempo queriendo ver y había aparecido como si nada, seguía tan alto como lo recordaba, su cabellera rubia estaba bien peinada y al ver su sonrisa me hizo comprender que él ya sabía quién era.

—Ese olor a flores que en realidad es esencia matinal, con una vibra de rareza, molestia y parlanchina. Iris Shuster.

—Cuanto tiempo—dije un tanto nerviosa mientras me acomodaba el cabello al igual que mi uniforme pero que idiota, él no ve, me aleje un paso antes de llevar mi mano hacia mi boca, necesitaba una menta con urgencia —¿Que haces aquí? Espera, ¿estas herido? ¿Algún accidente? —pregunté preocupada llevando mi manos hacia su rostro antes de examinarlo de pies a cabeza.

—Claro, tuve un accidente y en realidad mi cuerpo está detrás de aquella puerta mientras que esto que ves es mi alma vagando, la gente puede pensar que estas loca si no resulta que no me ven.

—Muy gracioso Dominic
—hable sarcástica mientras lo soltaba—.¿Seguro que estas bien?

—Si, en realidad estoy aquí porque...

—Dominic, esta todo listo, podemos irnos.

Una mujer pelirroja se acercó, tenía una enorme sonrisa, ojos verdes, una linda piel blanca con lindas facciones, un cuerpo escultural y con un lindo vestido rallado, abrazo el hombro de Dominic y me miro con gran alegría, esta tipa no me agrada ni un poco.

Invidente amor ©Where stories live. Discover now