Capítulo 17

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Jeremy

De alguna forma no había podido sacar de mi cabeza aquella propuesta de la doctora Shuster, se veía tan determinada pero al mismo tiempo tan triste y aquello me hizo recordar aquel sentimiento que una vez tuve por Charlotte, ese sentimiento de impotencia por no poder reciperar lo que se perdió, pero sabía que lograría superarlo con el tiempo era lo único que podía curar un mal amor, el tiempo.
Al llegar al trabajo mire la hora de registro ella ni siquiera había firmado su horario de salida ayer por lo que decidí escribirlo, sentí como mi celular comenzó a vibrar y lo mire para observar un mensaje del director Bell quien me llamaba a su oficina, mire los expedientes para notar que no tendría la agenda tan agetreada pero aún así decidí mandar masajes a los demás integrantes de mi equipo para que estuvieran atentos a los pacientes que aún estaban en observación, una vez enviado los mensajes guarde mi celular y me dirigí a la oficina del director Bell.
Al llegar toque la puerta él me indicó que pasara por lo que abrí la puerta pero me quedé de pie al mirar a varias personas en su oficina y entre ellas a mi madre.

—Él es nuestro jefe de cirugía el doctor Carmona—me presentó mientras se ponía de pie
—le presento a nuestros inversionistas.

—Es un placer.

—Empezaremos el recorrido—abrió la puerta dejando que las personas salieran primero—. ¿Donde está Margaret? —preguntó en un susurro con cierta preocupación.

—La mande a casa a descansar, se quedó haciendo varias horas extra anoche.

—Perfecto. Aquí entre nosotros solamente tu equipo de diagnóstico son los médicos Wang y Johnson.

—Si, señor.

—Permitanme mostrarle las áreas más concurridas del hospital y sus funcionamiento.

El director Bell era una de las personas que más consideración le tenía a la doctora Shuster, incluso aunque ella causaba problemas o muchas quejas él solo lo dejaba pasar y lo único que hacía era darle advertencias que no duraban ni cinco segundos pero también parecía conocerla lo suficiente como para saber que no la quería cerca de los inversionistas, si ella decía o hacia algo investido el hospital no podría contar con los recursos y sabía muy bien que de entre todas las personas presentes mi familia sería uno de los que buscaría cualquier cosa para negarse. Jamie me había contado que después de habernos retirado el día de la boda mi madre estuvo furiosa toda la noche y al día siguiente, podía asegurar que aquel enojo seguía presente.

Durante el recorrido el director Bell daba las explicaciones desde el punto de vista administrativo, económico mientras que yo daba el punto de vista médico y los beneficios de tener los medios correctos para un mejor servicio médico. Al llegar al área de oncología escuché la risa de varios niños lo cual captó la atención de todos y aquello me hizo sentir algo de pánico, eso solo significa una sola cosa.

—Pará tener mejores resultados es necesario una exploración por tomografía computarizada—señale por el pasillo al otro lado de donde se escuchaban las risas, todos miraron hacia esa área gire hacia la puerta donde observe a la doctora Shuster ella salió y miró a todos los presentes que miraban hacia otro lado se quito la nariz de payaso y de inmediato regresó dentro.

—Suena interesante —mencionó una mujer mayor—pero quiero ver el trato que se le da a los pacientes, sabe doctor Carmona no siempre se necesita de los mejores recursos también los mejores tratos.

Opino la mujer poniendo a varias personas de su lado ella de inmediato se dirigió junto con los demás y mire al director Bell quien era inconsiente de la situación si supiera que la doctora Shuster decidió venir a trabajar también estaría tan nervioso como ello. Al entrar al área los niños seguían riendo pero guardaron silencio mientras compartían miradas entre ellos, la sala de quimioterapia era pequeña por lo que no había muchos lugares donde esconderse.

Invidente amor ©Where stories live. Discover now