Capitulo XVI (MARATÓN 3/3)

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Narra Ryan:

-¡¿Mamá?!- exclamó Amette

-Graciela...- susurré entre dientes

Graciela había entrado en la habitación sin qué nos diéramos cuenta de su presencia.

-¿Tú sabías todo esto?- reclamó Amette

-Sí. Hija, tu padre solo quería lo mejor para tí.- explicó Graciela, me miró, suplicando que apoyara su argumento

-Nada de lo qué crees es real.- dije

-¡Explícame eso de qué tengo un gemelo!- gritó exasperada, dirigiendo su rostro en mi dirección

-Papá creyó que era lo mejor para tu futuro.- hablé entre dientes -Pero jamás quiso hacerte pasar por todo esto.-

-Pero... Tú y yo... Somos muy diferentes.- parpadeó como si intentara visualizarme

-Es solo un truco.- parpadee varias veces y chasquee los dedos, haciendo que el color oscuro de mi cabello desapareciera dejando mi verdadero color rojo tirando a cobrizo

-Woah- murmuró

-¿Puedes verlo?- preguntó Graciela, sorprendida

-Recupere la vista...- me miró directo a los ojos -Ryan...-

-Amette, ahora ya sabes la verdad.-

-¿Y yo qué soy?- farfulló

-Tú eres mitad vampiro, mitad lobo.- explicó Graciela -Tu padre fue seducido por una mujer hace ya muchos años, pero sin que él lo supiera, ella terminó embarazada; a los meses de haber nacido, Ryan y tú fueron hallados en la puerta del castillo donde solía vivir tu padre.-

-Pero...-

-Tu madre era un lobo y tu padre era un vampiro.- continuó Graciela -Así de sencillo.-

-Así que, Ryan...- masculló Amette -Eres mi hermano...-

-Tan simple como eso.- habló Jace

-¿Y tú?- dirigió su mirada a él -¿Qué me ocultas?-

-Creo que ya estamos todo.- contestó alzando los hombros, despreocupado

-¿Josy sabe de todo esto?- preguntó ella de pronto

-Solo sabe qué no soy su familia de sangre.- dije -Cree qué soy adoptado.-

El silencio dominó el cuarto. Jace había salido por un asunto privado, Graciela estaba afuera hablando con los doctores y Amette sostenía en su mano el collar que traía, mirando a través del cristal de la ventana.

-Amette.- la llamé en un susurro

-Aún no puedo creerlo.- me miró -Todo el tiempo desee tener un hermano como tú, y eso siempre fue real.- balbuceó -Siempre te tuve frente a mí.- lágrimas comenzaron a caer de sus ojos

Maldición. El sólo verla llorar me partía el corazón en pedacitos. Reprimí el impulso de levantarme y correr a abrazarla, sabiendo qué si hacía eso, podría perjudicarla más.

Me enamoré de un vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora