Me enamoré de un vampiro

Capitulo XXVI

Narra Amette:

Estaba tan feliz entre los brazos de Jace, me sentia...completa. Continuamos besandonos, comenzó a caminar al interior del castillo, continuo caminando y tanteandó la pared para encontrar una habitación. Abrió la primera puerta qué encontró y para nuestra suerte era su habitación.

-¿Estas segura de esto?-susurró contra mi cuello mientras repartía besos por este

-Jacé-lo llamé

-¿Dime?-respondio mirandome directamente a los ojos

-Te amo-murmure y lo besé con ardor

-Dios...eres única...eres mía-dijo en medio de besos y me quitó la blusilla qué traia

Volvio a besarme hasta qué deslizó sus manos a la cintura de mi short y comenzó a desabotonarlo. No me quedé atras y rapidamente quité su camiseta por sus hombros... Sus bíceps y su abdomen se pronunciaban frente a mi. Besé su pechó y fui recorriendo hacia abajo hasta llegar a su pantalón.

-¿Quieres qué pare?-pregunte burlona cuando noté que hacia su cabeza hacia atras mientras arqueaba la espalda

Con un movimiento bruscó me colocó debajo de el y besó mis labios con desesperación y salvajismo.

-¿Q-qué...?-musité disfrutando de sus manos qué acariciaban mi vientre mientras repartia besos en mi estomagó

-Shhhh... Dejaté querer-murmuro y se desizó del restó de mi ropa

Hizó lo mismo con su pantalón y su boxer, quedando completamente desnudó frente a mis ojos. Lo miré sonrrojada hasta las orejas y sin darme tiempo a reaccionar, me besó con pasión y unió nuestros cuerpos suave y con delicadeza.

Narra Jace:

Desperté gracias a los gritos qué venian desde la plantá de abajo. Cuando intenté levantarme me dí cuenta de qué Amette estaba entre mis brazos, dormida parecía un ángel. Sonrreí al recordar lo ocurrido anoché, por fin era mía y nadie me la iba a negar... Se removió y gimió como si estuviera soñando. Me dí cuenta qué simplemente estabamos cubiertos por una manta nada más, tocarón a la puerta, de inmediato me senté sobre la cama y cubrí a Amette por completo con la mantá.

-Adelante-hablé con voz ronca

-Señor, ¿Ha visto a la princesa?-el corazón se me iba a salir del pecho, si descubrén lo qué paso entre Amette y yo, no sé qué podria pasar

-No, lo siento-musité-Me acabo de levantar-

El hombré sonrrio cuando vio algo removerse debajo de las sabanas, me aseguré qué nada estuviera al descubierto y el hombre habló...

-Siento haberlos interrumpido, con permiso-dijo y se fue por donde vino, cerrando la puerta detrás de el

Amette gimió y poco a poco se fue despertandó, se descubrió la cara y me miro con una sonrrisa de lado, -Podría acostumbrarme a esta vista todas las mañanas-. Solté una risita y me acosté a su lado viendola de frente...

-Buenos días-dije besando su nariz

-Buen día-sonrrio y me abrazó-Ayer...¿Fue real?-musitó con la cara en mi pecho

-Si, Ángel-respondí-Todo es real-la envolví con mis brazos y comencé a jugar con su cabello