Capitulo XX

1.6K 113 1
                                    

Narra Amette:

A la mañana siguiente solo llevaba unas zapatillas deportivas, un short y una blusa de tirantes cuando me habia encontrado a Jace en una zona particularmente enriscada de la costa cercana al "castillo" donde nos habiamos quedado ayer. Ryan me habia traido en la motocicleta, después de haberme deseado suerte y fulminar con la mirada a Jace, se marchó. Me habia vendado las manos, esperando la peor paliza de mi vida.

-Ángel, ¿Estas lista?-me preguntó mientras me arremangaba las mangas de la camisa negra ajustada que traia, qué habia convinado con un pantalón de deporte negro

-¿Lista para ponerle las manos encima al tipo qué me defraudó?, Oh sí, estoy más qué lista-hicé tronar mis nudillos y sacudí los brazos

-Perfecto-musitó mientras las comisuras de sus labios se alzaban ligeramente

-¿Primera lección?-hicé un movimiento dandole a entender qué ya estaba lista

-Primero qué nada, ¿has desayunado algo?-cruzó los brazos esperando mi respuesta

-¿Debería haberlo hecho?-suspire

No traia nada en el estomagó, a excepsión de el vaso de no sé qué cosa que me habia dado Ryan. Tenia el cabello recogido en una trenza francesa.

-¿Has tomado Hughs?-preguntó

-¿Qué?-claramente no entendia

-Un liquido transparente, pero con sabor mentolado-

-Si, tome algó-respondí un poco insegura

-Grandioso, eso hara qué tu habilidad de curación rapida nos haga el favor de qué las heridas más graves no molesten, provocara qué tus poderes porfin emergán-explicó

-¿Vamos a entrenar o no?-insistí exasperada

-No comas ansias-me frenó-Primero qué nada, tu contrincante es más alto qué tu por mucho, siendo tu gemelo y siendo qué tu no tienes experiencia en esgrima, le será facil predecir tus movimientos-

-¿Vas a seguir hechandome suerte?-dije sarcasticamente

-Empecemos-gritó antes de correr hacia mi e intentar darme un puñetazo

Me moví para esquivar su ataqué y termine dando un traspie. Casi caigo de narices contra el suelo, de no ser por la marometá que me ví forzada a hacer, logré tomar impulso y ponerme de pie de nuevo.

-Oye, ten más...-estuve por reclamarte pero al ver su rostro una corriente de electricidad me recorrio la espina...

¡Qué miedo!

Me enamoré de un vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora