Me enamoré de un vampiro

Capitulo XXIV

Narra Ryan:

Ailynn estaba sentada justo frente a mi. En su momento la hubiera abrazado despues de no verla tantos años, pero ahora la odiaba con toda el alma, ¿La razón?, sencilla... Es mi madre.

-¿Qué haces aquí?-pregunte cortante

-Vine a verlos, a ti y a tu hermana-respondio y suspiro-Por favor, quiero verla-

-No dejaré qué sufra lo mismo qué yo-dije molestó-No la veras-

-¿Por qué no?, Soy su madre-reprochó

-Si-dije-La madre qué la abandonó cuando más la necesitaba y qué ahora odia tanto o más qué yo-escupí con odio

Ailynn suspiro, parecia a punto de estallar en lagrimas. Jace entró por la puerta y me miro con una sonrrisa bastante estupida en la cara, Amette venia dormida en sus brazos... Lo mire mal y luegó me pusé de pie.

-Cayó dormida a medio entrenamiento-respondio a la pregunta qué le hicé mentalmente

-Claro-dije y la tome en brazos para luego recostarla en uno de los sofás

Ailynn se acercó e intento acariciarle el cabello, retuve su muñeca a centimetros del rostro de mi hermana y la mire mal...

-No te atrevás a tocarla-musité con irá

-¡Es mi hija!-gritó

-¡La hija qué abandonaste!-repetí molesto

-¿Ryan?-Oh, mierda. Los gritos despertarón a Amette

-Hola, muñeca-saludé con una sonrisa

-¿Donde estoy?-preguntó sentandose

-Estas en casa, Ángel-dijo Jace y se sentó a su lado

-¿Estas bien, qué paso?-me inqué frente a ella y tome sus manos

-Estaba cansada-miró a Jace y le sonrrio-¿Podemos hablar?-

-Claro, Ángel-dijo este y se pusó de pie

-...Mi niña...-balbuceo Ailynn

-Tú callaté-musite

-¿Quien es?-preguntó Amette

"Llevatela, Jace", ordené mentalmente

-Vamos, Amette, ¿De qué quieres hablar?-Jace tomó a Amette de la mano y ambos salierón del salón

-¡Dejame hablar con ella!-grito desesperada Ailynn

de pronto sentí el peso de un cuerpo sobre mi espalda. Pegué un brinco del susto, Amette estaba sobre mi espalda con sus piernas enrredadas en mi cintura y sus brazos rodeaban mis hombros, gire el rostro y me encontre con sus bellos ojos azules...

-Olvide una cosa-murmuro

-¿Qué cosa?-pregunte mientras tomaba sus piernas en mis manos para cargarlo mejor

-Esto-me estampó un beso en la mejilla, me quedé estatico-Te quiero, hermanito-

Sonrreí-Yo tambien te quiero, muñeca-la solté y corrio de nuevo fuera de la sala

Ailynn me miraba en silencio con lagrimas en sus ojos, la mire mal, pero noté qué ahora no estaba tan molesto como antes...

-Será mejor qué te vayas-dije guiandola a la puerta principal

-Esto no se va a quedar así-amenazó con ira

-Claro, avisame si tengo qué llamar a un abogado-sentencie y cerre la puerta detrás de ella