•°My Baby°•

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-Bueno, no todos están tan felices después de perder un hijo, lo siento mucho, les doy mi más sentido pésame a ambas... ¿Por qué el bebé si era de Lisa verdad?- El rostro de Jennie estaba totalmente pálido y el de Lisa confundido.

-Seulgi...-

-¡Oh! ¿Lisa no lo sabía?- Jennie miraba a Seulgi quien tenía una sonrisa socarrona con odio puro.

Lisa miraba a Jennie tratando de buscar explicación.

-¿Jen?-

-Lisa... Yo...-

-Bueno yo me voy- Dijo sonriendo -Que tengan un buen día- Dijo acercándose a Lisa y dejando un beso sobre sus labios, pero Lisa rápidamente se retiró y le dijo mirándola a los ojos.

-En tu vida, vuelvas a hacer eso ¿Oíste?- La pelirroja fue ignorada y Seulgi miró a su hija quieren estaba un tanto confundida.

-Vendré por tí más tarde Lia-

-Si mamá- Dijo mientras enredaba sus piernas al rededor de la cadera de Jennie.

Una vez Seulgi cruzó la puerta, Lisa la cerró y miró a Jennie quien se acercó con el ceño fruncido a ella y retiró los restos de labial ajeno que había sobre sus labios, pero Lisa se retiró del contacto automáticamente.

-Mami ¿Podemos ir por un helado?-

-Claro cariño- Dijo con una cambiando su mueca a una sonrisa para su pequeña -Iré a alistarme ¿Bien?-

-Pero mami ¿Puede ir Nini?- Ambas mayores se miraron, Jennie la veía con pena mientras Lisa la miraba duramente como ya no lo había hecho. -No creo que sea la mejor idea cariño-

-Mami pero yo quiero que Nini nos acompañe, quiero contarle todo lo que hemos hecho en la escuela ¡Todos ya queremos que regrese!-

-Puedes contarme des-

-Está bien, que vaya si quiere, pero antes quiero hablar con ella ¿Nos esperas un poco cielo?-

-Si mami, ¿Puedo encender el televisor?-

-Claro Lia- Dijo Jennie pasándole el control remoto para después caminar hasta su habitación seguida de Lisa.

Una vez ambas entraron Jennie cerró la puerta y recargó su frente sobre ella.

-Jennie mírame- Ordenó Lisa totalmente ajena a las lágrimas que ya salían de los ojos de la castaña. Jennie la miró y se sintió más pequeña de lo que más era enfrentando la furia de Lisa, pues efectivamente se veía molesta y esta vez tenía una buena razón.

-T-Tu ¿Estabas embarazada Jennie?- Preguntó Lisa con miedo a la pregunta. Jennie asintió tapando su rostro con ambas manos y soltando un sollozo -Jennie ¡¿Abortaste?!- Preguntó más fuerte está vez

-¡No!- Respondió automáticamente -No Lisa... No aborté...-

-¡Explícame entonces Jane! Explícame, joder, que no entiendo nada- Dijo crispada. Jennie inhaló profundamente y al soltar el aire comenzó con el corto pero doloroso relato.

-La última vez que estuve en el hospital, me dijeron que había estado embarazada- Al ver el rostro de Lisa continuó para que no se hiciera otra idea -No te oculté el embarazo... De verdad que no lo sabía y jalas se me hubiera pasado por la cabeza abortar. Me dijeron que el bebé había muerto, por qué yo... Consumí mucho alcohol- Dijo sollozando un vez más -Yo maté a mi bebé Lisa... Pero yo no lo sabía, yo no quise... Lo siento mucho- Dijo pegándose a la puerta y llorando más de lo que ya había llorado por su bebé. El rostro de Lisa la mataba.

-¡Mierda Jane! ¡¿Por qué diablos no me lo dijiste?! ¡Joder! ¡También era mi hijo!- Dijo tirando de su propio cabello -Por qué si era mío ¿Cierto?-

-Por supuesto que era tuyo- Dijo frunciendo el ceño-

-¡Dime por qué diablos no me dijiste! ¿No pensaste que merecía saberlo? Aunque yo fuera una mierda de persona contigo ese bebé era mío también Jennie ¿Por qué fuíste tan egoísta?-

-Lisa tu no entiendes, yo lo hice por que-

-Mamá- Dijo Lia entrado a la habitación -¿Están peleando?- Preguntó la niña abrazándose a la pierna de Jennie -¿Por qué Nini llora?- Dijo mientras sus ojitos se llenaban de lágrimas también

-Solo estamos discutiendo cariño, no pasa nada-

-Es que tú discutías con mamá y se separaron y yo no quiero que Nini se vaya- Dijo llorando pero trataba de ocultarlo en el cuerpo de la morena

-Lia, cariño- Dijo Jennie alzandola en sus brazos -No llores- Dijo quitándo el rastro de usa lágrimas -Yo no me voy a ir si tu mami no quiere que me vaya por qué yo las quiero mucho a ambas- Dijo besando su mejilla

-Si yo no lloro ¿Tú tampoco vas a llorar?- Dijo Lia quitando las lágrimas de Jennie tal y como ella lo había hecho.

-Prometo que ya no lloraré si tú lo haces- Dijo viendo a Lisa quien sostenía el puente de su nariz entre sus dedos y cerraba los ojos.

Se sentía culpable, muy culpable.

-¡Bien! ¿Podemos ir por helado ahora?- Preguntó feliz la niña. Jennie asintió al igual que Lisa

Ambas con Lia presente se asearon un poco, Jennie se cambió de ropa y Lisa usaba la misma del día anterior ya que se encontraba en el departamento de Jennie. Ninguna de las dos se dirigió la palabra y a Jennie aquello en realidad le dolía.

Al salir, las tres chicas entraron al auto de Lisa, quien se aseguró de que su hija llevará el cinturón de seguridad ajustado para después arrancar. Sinceramente no tenía muchas ganas de salir, por lo que fue a la heladería más cercana en dónde las tres bajaron.

El ambiente era tensó para las mayores, pero Lia iba feliz contándole a Jennie todas las cosas nuevas que su maestra sustituta les enseñaba, contando el lenguaje de señas.

Mientras Lisa pedía los helados, Lia se acercó demasiado a Jennie y Susurró en su oreja.

-Nini- Dijo en un susurro exagerado que podía apostar que todos escuchaban

-¿Que pasa?- Dijo con una risilla

-¿Tú eres novia de mami Lis?- Jennie se quedó pasmada y no supo que contestar, pero Lisa llegó para salvarla de aquel enredo.

La pelirroja entregó los helados y se sentó junto a la ventana viendo hacia ella.

Después de un rato, Lisa decidió que era hora de irse. Sin preguntar nada llevó a Jennie a su casa y esperó a que se bajara.

-Adios Lia- Dijo Jennie estirándose a los asientos de atrás para besar su mejilla. -Lisa...-

-Hablamos luego Jane- Dijo mirando a través de su ventana y evitando a toda costa los ojos de Jennie.

Jennie con lágrimas en los ojos bajó del auto y a penas cerró la puerta, Lisa arrancó.

Queriendo proteger a lo más preciado que tenía, solo logró arruinarlo todo.

Queriendo lo mejor para lo único que brindaba luz en su vida, solo logró que la odiase... Por qué vamos ¿Quien podría querer a alguien que fue capaz de matar a su propio hijo?

Se sentía un ser despreciable que merecía morir.

No merecía ser amado ni merecía amar.

No sé merecía ni un poco de felicidad.

Entró a su casa y automáticamente se dirigió a su pequeño bar.

Tenía certeza de que no estaba embarazada por qué estaba ahora cuidándose con la pastilla, así que no habría problema en olvidarse un poco de sus problemas hundiéndose en el alcohol.

No merecía nada más que ahogarse en una botella triste y sola como siempre lo había estado.

Se merecía a ella misma, su dolor y soledad por arrancarle un poco más de piel a una persona que carecía de ella.

Había lastimado a su alma gemela

╮(╯_╰)╭╮(╯_╰)╭

Ya está por acabarse esto 😇

»Still Love Me?« »JENLISA« »G!P«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora