»Y puedo fingir que todo está bien si tu estas a mi lado. Por que no hay barrera para nosotros ni destino que nos pueda separar. Confía en mi, y verás que lograré tu felicidad. Seré tu salvación. Seré la razón de tu sonrisa...«
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Sus ojos expresaban cuánta tristeza albergaba en su alma. Al igual que la culpa, ¿pudo haberlo salvado? Le prometió que volvería pero no lo hizo, ¿Acaso era su culpa todo lo que pasó?
Taehyung aún no podía asimilar todo. Después de ya una semana desde su pérdida, claramente no podía superarlo. Había faltado al trabajo todos esos días, días en el que no tuvo ningún tipo de contacto con Jungkook, ni con otra persona más que su madre.
Ella tenía que rogarle para que comiera por lo menos un poco, el resto del tiempo, se encontraba encerrado en su habitación.
La muerte de Jimin fue tan fuerte, que estaba logrando matarlo a él también.
ㅡFue mi culpa... ㅡsusurró entre lágrimasㅡ ¡Es mi culpa!
Golpeó el espejo de su armario haciendo que solo queden pedazos del cristal roto por todo el suelo, al igual que sangre corriendo de su mano a causa del golpe.
ㅡYo le hice esto... ¡Yo le hice esto a Jimin!
Perdió todo su autocontrol y el llanto era el único poseedor de su rostro, al igual de que dolor de su corazón.
Pero, ¿en verdad había sido su culpa? Lastimó a Jimin, eso era más que evidente, pero, las cosas siempre pasan por algo. El destino es algo incierto, por más que hagamos todo bien, no sabemos lo que puede pasar en cualquier momento. La vida está llena de cosas inesperadas, está llena de dolor, sufrimiento, pero con ello, también está llena de enseñanzas.
Y la historia de Jimin era algo de lo que Taehyung debía aprender.
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ㅡ¿Estás bien? ㅡpreguntó Seokjin con voz dulce.
ㅡNo... ㅡ respondió Yoongi entre sollozos.
Los días no habían sido para nada fáciles para Yoongi, saber que perdió todas las esperanzas cuando Jimin se fue, dolía en lo más profundo de su ser. Seokjin se acercó al menor, con suavidad lo rodeó con sus brazos hasta poder dejar la cabeza de Yoongi sobre su pecho, empezando a dejar caricias sobre su mejilla hasta llegar a su cabello.
Dejó un beso sobre su frente, otro en su cabeza y otro más en la punta de su nariz mientras lo aferraba más a su cuerpo y escuchaba los sollozos que soltaba el pelimenta, sabía que no la estaba pasando para nada bien, y quería de alguna forma consolar a su amigo.
ㅡYa bebé. Sé que duele...
ㅡHyung... ¿por qué tuve que irse? ¿Por qué tuvo que dejarme? No pude decirle lo que sentía... Si tan solo hubiera llegado antes... pude haberlo salvado, pero llegué tarde.
