"Sebastien estaba acostado en la cama, sólo tapado con las sábanas en su entrepierna, y Charlize sentada en el borde de la misma, con una camiseta de él, mirando el suelo.
—¿Algunas vez me engañaste?
Él giró su rostro y la miró confundido.
—¿Tú crees que yo te engañaría, Charie?
—No lo sé ¿Lo hiciste?
—Sabes que te amo, que eres mi mujer, no podría hacer algo así.
Ella se puso de pie, y Sebastien se sentó en la cama, sin entender que le pasaba.
—¿A dónde vas?
—A darme un baño.
Salió de la cama, siguiéndola, mientras se colocaba el boxer.
—¿Qué te hace creer que podría engañarte?
—Tardaste dos días en volver aquí, y muchos de tus moretones, no parecen productos de golpes.
—Jamás te engañaría, Charlize.
—Quién sabe que harías drogado, o borracho —le dijo entrando al baño, antes de cerrar la puerta.
Sebastien se sentó en el piso, apoyando su espalda contra la puerta, mirando hacia abajo.
—Sé que tengo problemas, que a veces me pierdo, pero no te engañaría, Charie. Yo te amo mucho, amor... Jamás te haría eso."
—¡Ahí está mi papá! —exclamó Giselle soltándose de la mano de Charlize, corriendo hacia el hombre que había bajado del autobús.
Sebastien sonrió levemente, y la tomó en brazos, cuando la niña se abrazó a él por su cuello.
—Gracias por venir a visitarme aquí.
—De nada, hija.
Giselle lo miró a los ojos y sonrió, apoyando ambas manos en las mejillas de él, cubiertas de vello.
—Tu barba es suave.
Él sonrió y le dio un beso en al frente, antes de bajarla y tomarla de la mano. Charlize se acercó a ellos, y Sebastien la saludó con un leve hola, antes de que la castaña tomara de la otra mano a su hija.
—¿No tienes calor, pa?
—¿Por qué lo dices?
—Es que llevas esa campera, y hace calor —le dijo confundida, mirando hacia arriba, mientras los tres caminaban.
—Ah, eso. La uso para tapar mis tatuajes.
—¿Por qué?
—A muchas personas les incomoda.
—Pero tú debes sentir calor, a mí no me molesta.
—Descuida, estoy bien —sonrió para darle tranquilidad.
La niña sonrió y apoyó la cabeza contra el vientre de él. Finalmente podía pasar tiempo con su papá.
***
—¿Cómo volverás ahora a tu casa? —le preguntó Charlize acompañándolo hasta la puerta.
—Caminando.
—Pero ya es de noche.
—Sí.
—Y tu casa está muy lejos de aquí ¿No hay un autobús que te lleve?
—No, a esta hora no pasan.
Ella lo miró insegura, y luego se abrazó a si misma.
—Podrías quedarte.
—No —pronunció sin titubear.
—Es tarde, y llegarás de madrugada a tu casa, y podría ser peligroso.
—Adiós —le dijo abriendo la puerta, antes de salir.
La castaña suspiró y cerró la puerta. Ella sólo había querido ser amable, pero al parecer, seguía resentido por lo que había pasado hacía siete años atrás.
Se dirigió a su habitación, y se dejó caer en la cama, agotada. Habían estado todo el día caminando, y conociendo el centro de la isla.
***
"—¿Hacer el amor? ¿Someterme en la cama era hacer el amor contigo? No estás bien de la cabeza, deberías ir a un maldito psicólogo si creías que eso era hacer el amor. Ni una maldita vez me hiciste sentir cómoda en la cama, si te correspondía, era por puro miedo a que me golpearas o violaras, porque siempre estabas drogado y borracho."
Miró la pared, acostado de costado en la cama, recordando aquello que tanto lo había herido. Había creído tanto en ella, o quizás, se había inventando una vida que no existía, producto de las drogas.
Cerró los ojos y se cubrió los mismos con el antebrazo, respirando profundo.
Era un drogadicto, alcohólico, violento, abusivo y violador, y jamás lo olvidaría. Esa niña preciosa, había sido producto de uno de sus "ataques" hacia Charlize.
"—¿Estás bien?
Ella asintió con la cabeza, sin hablar.
—¿Segura, amor?
—S-Sí.
—Te amo, Charie —le dijo besando suavemente su hombro, antes de abrazarla por la cintura, y acercarla más a su cuerpo—. Ahora soy completamente tuyo, mi amor.
Había sido la primera vez en estar juntos, la primera vez de ella, y sentía que ya no había vuelta atrás. La amaba, y jamás podría dejarla ir."
...
