XXXII

7.1K 767 82
                                    

Se cubrió la boca con ambas manos, y gimió contra ellas, cerrando los ojos con fuerza, al sentirlo penetrarla de ese modo profundo con sus dedos, y su boca sobre uno de sus pechos, chupándolo, rozando sus dientes en su pezón, antes de pasar suavemente su lengua y volver a chupar.

Su respiración se hizo rápida, y se tomó del borde de la cama con una de sus manos, cubriéndose la boca con la otra, apretando el colchón antes de llegar a su orgasmo.

Sebastien respiró profundo, ya sin poder seguir aguantando el aroma de ella, que lo estaba volviendo loco.

Quitó sus dedos con cuidado, observándola jadear con los ojos cerrados, y la volteó en la cama, antes de levantarle el trasero, masajeándolo.

Y antes de que ella pudiera preguntar algo, sintió como él comenzaba a lamer su intimidad, haciéndola temblar.

—Ah, no, yo-

Hundió su rostro entre sus antebrazos, y gimió desaforada, cuándo él comenzó a chupar de ese modo tan hambriento.

Su hija estaba durmiendo también en su casa, la habitación no estaba tan lejos, y ya temía que la niña pudiera escucharla.

Tomó un almohadón, y lo mordió, gimiendo su nombre, al sentir que la hacía llegar una vez más, sin poder aguantar nada de ese modo.

Él sabía muy bien que ella no podía resistirse cuando hacía aquello. Cuando la chupaba de ese modo salvaje.

Subió con suaves besos por su columna, escuchando su respiración agitada, sin poder abrir los ojos. Llegó a su cuello, y lo besó, pasando su lengua por su piel, subiendo a su mandíbula, antes de seguir besándola.

—¿Quieres más? —sonrió, pasando una de sus manos por el trasero de ella.

—Sí —gimió.

—Pero si estás agotada, insaciable, no puedes ni abrir los ojos —sonrió divertido, acariciando suavemente entre sus labios, sin penetrarla.

—Sólo falta que me folles tú.

—No haré eso —gruñó contra su oído, penetrándola con sus dedos, haciéndola jadear—. ¿Recuerdas que nunca disfrutaste en la cama conmigo? Pues no volveré a follarte, Charie.

***

—Mm, creo que deberías revisar ésta cuenta, hija.

—¿Cuál?

—La "E", te has equivocado.

—Oh, a ver —le dijo tomando su cuaderno.

Ya eran las once de la mañana, y su mamá seguía durmiendo, es por eso, que su padre le estaba ayudando con la tarea.

Ya habían desayunado, ordenado la casa, y su mamá aún no se despertaba. Sebastien le había dicho a su hija que no la despertara, que había regresado muy tarde del trabajo, y que por eso estaba cansada.

—¿Puedo comer un sandwich, pa?

—¿De qué lo quieres, cariño? —le dijo poniéndose de pie, dirigiéndose a la alacena.

—De jamón.

—¿Y queso?

—No, jamón solo —sonrió.

—De acuerdo, pero tú termina primero tus deberes —sonrió tomando el pan.

Giselle estaba por hacerlo, cuando vio a su madre entrar a la cocina, bostezando.

—¡Al fin, mamá! —sonrió—. ¿Hasta que hora ibas a dormir?

—Lo siento hija, no dormí bien anoche —sonrió besando su cabeza.

Había salido de bañarse, sólo estaba con una bata de baño, aún con el cabello húmedo.

—¿Qué quieres para desayunar? —le preguntó Sebastien sin mirarla, terminando el sándwich de su hija.

Ella lo miró y luego sonrió, apoyando su cabeza sobre sus brazos, recostada en la mesa.

—Hazme lo que quieras —le dijo en un tono travieso, que sólo ellos entendieron, haciéndolo sonreír.

...

Cortito, ¡Y son las 2 am y yo escribiéndoles estas cosas! Jajaja 🙈🔥♥️

Sin míWhere stories live. Discover now