XXIII: Mí historia contigo -pasado-

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Miró insegura la plaza donde habían quedado para verse con él, y llegó hasta la estatua del caballo negro, donde debía esperarlo.

Se apoyó contra ella, y luego miró la hora en su celular. Él ya debía de estar por llegar, guardó su celular, y en ese momento sintió que alguien le cubría los ojos, asustándola.

—Si adivinas quién soy, te ganas un beso.

Ella lo tomó de las manos, y las bajó suavemente, antes de girarse y ser besada por él de todos modos.

—Tenía muchas ganas de verte, gracias por venir, Charie.

—Yo también quería verte.

Él sonrió y volvió a besarla, siendo correspondido tímidamente por ella.

—¿Cuándo perderás la vergüenza conmigo? —sonrió con los ojos cerrados, antes de darle un beso corto.

—No lo sé.

—De acuerdo, amor —le dijo tomándola de la mano, entrelazando sus dedos con los de ella, comenzando a caminar—. El otro día pensaba, y tal vez podrías quedarte a dormir en mi casa, unas noches.

—¿Por qué?

—Porque me gustó dormir contigo, tenerte en mis brazos, estar juntos.

—Ah, eso...

—¿Tú no sentiste lo mismo, Charie?

Asintió con la cabeza, sin pronunciar palabra alguna.

Él sonrió levemente, y se inclinó hacia ella para darle un beso en la cabeza.

—Te amo.

***

Fumó un cigarrillo, mientras se vendaba las manos para su siguiente pelea, cuando uno de sus amigos entró, sonriendo.

—Hacía días no venías por aquí ¿Qué te tiene tan ocupado?

Le dio una profunda calada a su cigarrillo, y luego lo dejó en el suelo, soltando el humo.

—A mi novia no le gusta que pelee.

—¿Novia? Sebastien, sabes que las relaciones son una pérdida de tiempo. Sin contar con esto, las mujeres lo único que buscan siempre es controlar todo. Mírate tú, hasta ya te dice que hacer o no.

—Eso no es verdad, si fuera así, no habría regresado.

—¿Y por qué regresaste?

—Me quedé sin nada, y ya estoy empezando a sentir los efectos.

El tipo sonrió divertido, y sacó un cigarrillo de marihuana de su pantalón.

—Si me muestras a la chica, tal vez te lo dé.

—¿Por qué quieres verla? —frunció el ceño.

—Para no dañarla si la encuentro en la calle, piénsalo.

Sebastien frunció el ceño, y luego sacó su celular, para buscar una foto de Charlize en su galería, antes de enseñársela.

—Mm, es una chica muy bonita, no se parece a las de siempre ¿Cómo terminó contigo? ¿Tiene algún problema psicológico? —preguntó divertido.

Sebastien gruñó molesto y le quitó el celular y el cigarrillo, antes de encenderlo.

—¿Por qué tendría que tener algún problema? ¿Por qué no podría salir conmigo?

Sin míWhere stories live. Discover now