Le había dicho que no lo hiciera, pero ella de todos modos bajó una de sus manos hacia la entrepierna de él, sintiendo lo duro y grueso que estaba, haciéndolo gruñir.
—Charlize —gruñó tomándola de la muñeca, dejando de penetrarla con su otra mano.
—T-Tú tampoco puedes seguir aguantándolo, S-Sebastien.
La miró molesto y ella se sentó en la cama, antes de empujarlo hacia atrás, y subirse sobre él, sentándose sobre su entrepierna.
Sólo ese maldito boxer le impedía poder sentirlo por completo.
Sonrió traviesa al ver la expresión molesta de él, incluso sus orejitas estaban de lado y hacia atrás. Al parecer, al gatito no le gustaba ser dominado.
Se frotó suavemente sobre su erección, y lo vio apretar los puños, como sus venas se marcaban en sus brazos.
Se inclinó hacia él, y se apoderó de su boca... Descuido que Sebastien aprovechó para cambiar de posición, y volver a dejarla bajo él.
—N-No, quiero estar arriba.
—No —le dijo tomándola de las muñecas, llevando sus manos por encima de su cabeza.
—¿Por qué no? ¿No puedes controlarte? —sonrió traviesa.
Él afiló la mirada, y luego la besó. Charlize lo abrazó con sus piernas hacia ella, pasándolas por detrás de las caderas de él, hacia su espalda, para pegarlo a su cuerpo.
—Quédate quieta —gruñó contra sus labios.
—N-No, o me follas, o te vas.
La miró a los ojos y ella lucía molesta también, como él.
—No voy a hacer lo que tú quieres.
—¿Pero yo si tengo que hacer lo que tú quieres?
—No, es lo que tu cuerpo quiere.
—En ese caso, mi cuerpo necesita que me folles de verdad, y no sólo con tus dedos.
La miró, y luego salió de sobre ella, para sentarse en el borde de la cama. Charlize lo observó molesta, decepcionada.
—¿Te cambiarás y te irás?
—Probablemente —le dijo poniéndose de pie.
Ella desvió la mirada, y luego cubrió sus pechos, abrazándose así misma. Era un imbecil, ya se estaba portando como un niño caprichoso.
—Charlize.
—Vete —le dijo saliendo de la cama, para buscar su bata y luego irse al baño por una ducha.
Sebastien suspiró, y cuando ella pasó junto a él, la atrapó en un posesivo abrazo.
—¿Tú tienes condones?
—No —murmuró sin mirarlo.
—Yo tampoco.
—¿Y qué con eso?
—¿Pues para qué son los condones, Charie? —le inquirió arqueando una ceja.
—Sólo buscas excusas, Sebastien.
—Deja de ser tan gruñona —sonrió besándola—. ¿Por qué simplemente no disfrutas?
—Porque quiero...
—¿Qué quieres? —pronunció travieso.
—Tú lo sabes bien.
—No, no lo sé ¿Qué quieres, gatita histérica?
Ella lo miró molesto, y él más divertido lucía.
—Si me dices que quieres, tal vez te lo dé esta noche —sonrió.
—¿Te divierte todo esto, verdad?
—Me gusta que hayas despertado tu lado sexual, y poder disfrutarlo —sonrió antes de repartir suaves besos por su mandíbula.
—A mí no me gusta que no quieras metérmela —murmuró molesta, haciéndolo reír ronco.
—Me encantas así de intensa —ronroneó antes de tomarla por debajo del trasero, y llevarla a la cama.
Se subió sobre ella, la besó, y la castaña se quejó en desacuerdo cuando sintió que acariciaba su intimidad con sus dedos.
No, ella no quería que volviera a penetrarla con los dedos. Ella quería...
—A-Ah Dios —gimió alto, apretando sus uñas en la espalda de él, al sentir que se hundía de una sola vez en ella—. S-Sebastien.
Él gruñó, cerrando los ojos, antes de salir suavemente de ella, y volver a hundirse, escuchándola gemir. Quería saber si estaba bien lubricada para él, y así era.
La tomó de las caderas, y comenzó a penetrarla, escuchándola gemir, abrazándose a él.
—N-No pares —le pidió extasiada.
Finalmente la estaba follando como tanto quería, y era mucho mejor que en sus sueños.
...
Y hasta aquí de capítulos con contenido +18 >:v, luego el diablo se la lleva a Sayla :'v jajaja ♥️💞
