—Un mes después—
—Sebastien, apenas me dieron la noticia, y quise venir en seguida para dártela también —sonrió Cep, luego de haber entrado en la habitación del azabache.
—¿Qué es?
—Pues... ¡Tenemos tres posibles donantes! Sólo basta que tú cuerpo no rechace el órgano. Fue muy difícil encontrar donantes por tu tipo de sangre, pero, creemos haberlo logrado —sonrió entusiasmado.
—¿H-Hablas en serio?
—Así es, mi amigo —le dijo dándole una suave palmada en el hombro—. Lo más importante lo hemos encontrado, ahora sólo falta que tú cuerpo lo acepte.
Sebastien respiró profundo, y apretó sus labios entre sí, intentando controlar sus emociones... Lo cual se le hizo casi imposible.
Se cubrió los ojos con una de sus manos, y cedió a las lágrimas, en silencio.
Cep sonrió, y lo abrazó.
—No está mal llorar, Sebastien, yo también lo haría en tu lugar. Tienes dos niñas preciosas, y ahora toda una vida para compartir juntos.
—C-Creo que n-no lo merezco.
—Por supuesto que lo mereces, mereces esto y mucho más. Tú sólo deja que la vida te sorprenda, acéptalo, y Kanat'ma se encargará de darte todo lo que necesitas.
***
—¡Papi!
—Mi princesa hermosa —sonrió recibiendo el abrazo de su hija mayor, estrechándola contra su pecho.
Cuánto había extrañado ver a su hija, poder abrazarla, escucharla en persona como ahora.
—Te extrañé mucho.
—Yo también te extrañé mucho, hijita.
—Papi, Helowi también te extrañó —sonrió bajándose de la camilla, para acercar el cochecito dónde estaba la bebé, tranquila con su chupón.
Sebastien sonrió con ternura y se bajó de la cama para tomar a la bebé en brazos, besando suavemente sus mejillas varias veces, escuchando sus bajitos quejidos.
—Hola princesita, papá tenía muchas, muchas ganas de verte, mi amor.
—¿Es verdad que pronto te operarán, papá?
—Sí, hija, en dos semanas si todo sale bien —sonrió, mientras ayudaba a la niña a subirse a la camilla, estando los tres allí.
—¿Y es peligroso?
—Todas las operaciones son peligrosas, Gisse. Pero nosotros, tenemos que tener fé de que todo saldrá bien.
—Le pediré mucho, mucho, a Kanat'ma que te sane, papi —le dijo abrazándolo—. Con Helo queremos que tú estés en el próximo kok'ta con nosotras.
—Y verás que así será, hija. Estaremos los cuatro juntos, festejando el día de la familia —sonrió suavemente.
—Pa ¿Tú estás enojado con mamá? ¿No vivirás más con nosotras? —le preguntó con cierta aflicción la niña.
—Giselle, a veces los papás no se llevan bien para vivir juntos, y-
—Pero tú y mamá se estaban llevando bien —le dijo afligida.
—Sí, lo intentamos, hija, pero nuestra relación no funcionó una vez más. Es por eso, que decidimos que lo mejor para todos, es vivir por separados. Aunque no por eso, yo no formaré parte de su vida.
—¿Podrías al menos vivir junto a nuestra casa? —le inquirió en un tono bajo, abrazándolo—. Así podríamos verte todos los días.
Sebastien sonrió, y la abrazó, besando su cabeza.
—Sí, creo que podría vivir allí.
Luego de estar una media hora con las niñas, y que Helowi se pusiera fastidiosa, Charlize entró para buscar a las niñas. Y luego de tranquilizar a la más pequeña de sus hijas, la castaña regresó para hablar con Sebastien.
—¿Cómo te sientes? ¿Cómo estás?
—Creo que bien, más tranquilo ahora que sé que pronto podrán operarme, y que quizás de ese modo, podré vivir más tiempo junto a las niñas.
—Helowi cada día está más despierta —sonrió—. Ya ha comenzado a balbucear cuando uno le habla.
—Lo noté, cuando le empecé a hablar. Ella es realmente hermosa —sonrió.
Charlize se mordió el labio inferior y luego se sentó en una silla junto a la camilla de él.
—Antes de venir a verte, Giselle habló conmigo, me contó lo que te pidió, de vivir junto a nuestra casa. ¿Qué piensas realmente al respecto?
—Charlize, a mi lo único que me importa en este momento, es que nuestras hijas estén bien, felices. Y si ellas lo son viviendo yo junto a tu casa, lo haré.
La castaña asintió con la cabeza, mirando hacia abajo.
—Está bien.
—Pensé también lo que me pediste tú, de ir a terapia de parejas.
—Ya me habías dicho que no querías, y creo que no es momento de hablar de eso. Ahora lo importante, es tu salud.
—¿Debo suponer entonces qué ya no te importa?
—No, sólo que me preocupa tu bienestar. Cuando tú salgas de todo esto, y te sientas mejor, hablaremos de esto.
—Está bien.
***
Respiró profundo, mirando por la ventana de su habitación. Ya era de madrugada, y él no podía dormir. No sabía si era por la ansiedad, el miedo, las ganas de volver a su hogar, o todas aquellas emociones y más.
Quería sanarse, quería estar con sus hijas, quería ser un buen hombre... Quería ser el ejemplo de hombre que sus hijas merecían.
No sabía aún que pasaría con Charlize, como ella le había dicho, no era momento de hablar de aquello. Ya mucho daño se habían hecho ambos.
Quizás lo mejor, era no volver a intentarlo... O tal vez, la tercera oportunidad era la definitiva para ser felices.
...
*Helowi: Ojos de cielo.
Próximo último capítulo ♥️💕
