¿No te pasó algo como que de pronto te vuelves un cantante famoso, ganas incontables premios, tienes muchos amigos y luego caes en lo más profundo de la soledad donde ya nadie te soporta y lo único que quieres es volver a tu pueblo con tus gallinas...
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Un par de meses del éxito de la primera canción, Andrew decidió que debíamos grabar algunas más.
Yo no sabía a qué me estaba enfrentando. Mucha gente empezó a llegar de pronto, me seguía y decía que le gustaba mi trabajo a pesar de que solo tenía una canción publicada. Personas famosas mencionaban mi nombre y se grababan cantando mi canción. Todo estaba cambiando de prisa e increíble o no, le estaba siguiendo el paso.
Por desgracia, no todo cambiaba para bien.
El dueño del departamento que estaba rentando, se enteró quién era y qué hacía. Él decidió triplicar el precio del alquiler sin razón y yo me negué. «Pero con todo lo que ganas no te va a molestar tener que pagar un poco más» me dijo, yo le contesté que me iba ese mismo día, él se molestó aún más diciendo que era un tacaño y que la fama me estaba cambiando. ¿Qué se creía ese señor?
En cuanto salí de ahí con algunas de mis cosas, llamé a Chase y Rob. La verdad es que no me gustaba molestarlos, pero ellos fueron claros: si tenía algún problema, debía decirles.
Rob fue a buscarme, metí mis maletas en el auto y él salió para saludar.
—¿Qué dejaste adentro?
—Mi cama y algunos muebles... Le dije que hoy vendré por ellos.
—Entra al auto, hijo. Voy a hablar con él.
—¿Qué le vas a decir? —pregunté mientras él me dirigía a la puerta de su vehículo.
—Lo voy a saludar.
Rob cerró la puerta y caminó hacia el edificio. Tenía la misma cara que puso el día que hablaba por teléfono con sus contactos para que arrestaran a Clarissa. ¿Qué podía hacer?
Me puse los audífonos y empecé a escribir. Yo no iba a discutir con Rob porque cuando algo entraba a su cabeza, lo conseguía. Unos minutos después, sentí que tocaban la ventana. Rob tenía dos tés helados en una mano y en la otra tenía rodeado del brazo al dueño.
Bajé la ventana del auto mientras los miraba confundido.
