Quince

5.8K 1K 877
                                    

—Me parece una falta de respeto el poder verte tres días después de que llegaste de tu gira, pero te lo voy a perdonar solo porque la que no podía verte era yo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Me parece una falta de respeto el poder verte tres días después de que llegaste de tu gira, pero te lo voy a perdonar solo porque la que no podía verte era yo. —Bee soltó abrazándome en cuanto le abrí la puerta de mi casa—. Y porque sigues abriendo la puerta aunque solo necesitas un botón para que se abra sola. ¡Oh por Dios! —gritó soltándome un segundo—. ¡Estás azul!

—Te extrañé —Me reí abrazándola de nuevo—. Sorpresa.

—Yo también, pastel de arándanos recién horneado.

—¿Eso es un cumplido?

Bee me miró como si fuera la cosa más obvia del mundo y asintió.

—¿Qué tal la gira? Ya sé que me fuiste contando todo mientras sucedía, pero necesito que lo hagas de nuevo. Vi tantas imágenes y estoy tan orgullosa de ti, Nick. Además hiciste cantar a tu mamá en el escenario, ese día estuve llorando mientras veía la transmisión junto al helado que Sam compró... Sam, mi mejor amiga, no sé si la recuerdes. Por cierto, deberías conocerla, es tu fan. En fin. Estaba emocionada.

Me reí acariciando un poco su cabello. Realmente la había extrañado. Hablar con Bee siempre me alegraba el día.

—Bee, nunca había visto a mi mamá tan feliz...

—Nick, tengo una idea antes de que sigamos hablando. ¿Qué te parece si nos separamos de este caluroso abrazo, cerramos la puerta y nos sentamos? —preguntó. Seguíamos casi fuera de mi casa. Tenía razón.

Chase se fue una hora antes y yo había estado tratando de averiguar qué hacer, Bee me salvó al preguntar si podía visitarme.

La tarde transcurrió de forma normal, vimos un par de películas, comimos pizza y luego hice una transmisión en vivo, me había puesto una gorra para esconder mi cabello hasta el día siguiente. Chase me pidió la primicia para la fiesta y taparlo unas horas no era difícil.

Bee repetía las preguntas que los fans hacían y yo iba respondiendo. Fue divertido. Lo feo empezó cuando todos pedían que ella mostrase su cara, Bee no se sentía cómoda, así que lo respeté. Algunos lo entendieron, otros se molestaron. Bien o no, jamás complacería a nadie si eso significaba que mis amigos se iban a incomodar.

Jamás haría eso.

—¡Bueno! —Bee interrumpió esa nada en la que estábamos haciendo—. Ha sido un gusto venir, ver películas y usar tu internet, pero es hora de regresar a casa. Papá me dijo que quiere hablar conmigo y temo de esas conversaciones.

—¿Crees que sea algo malo? —pregunté mirándola, se había levantado y estaba acomodando sus cosas en el bolso.

—No lo sé, con mi querido padre las cosas siempre son sorpresa tras sorpresa. Mamá ha tenido algunos ataques de ira y papá decidió instalar una habitación solo para ella... —Bee suspiró y negó la cabeza poniéndose el abrigo—, no lo sé.

Luces, música y acciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora