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Uruha

Desperté en esa casa que era tan ajena como familiar, Kyo me había ofrecido quedarme en su casa, sonaba bien al menos en lo que encontraba algo más. El trato con Yuu había sido no visitarlo hasta que tuviera una mejor solución a nuestros problemas, algo sumamente más fácil decir que hacer. Permanecí viendo al techo mientras pensaba en esa conversación, sonreí al recordar lo que Shou había dicho, sí tal vez algunos años atrás hubiera pataleado y gritado por la decisión, pero podía entender mejor a Yuu. No era que me encantara la idea

—No lo haré —le dije rotundamente en cuánto me dijo su plan de dejarme marchar sin él a ver a los demás. No podía negar que estaba enojado, habíamos regresado de la carrera con adrenalina al tope, sonriendo como niños pequeños y ahora arruinaba la noche con aquella conversación—. O vamos los dos, o no va ninguno. Punto —dije recargado en el tocador mientras él estaba sentado en la orilla de nuestra cama.

Suspiró—. Vamos Kou, necesito hacer esto solo. Si alguien puede frenar a nuestra madre soy yo, y en caso de que esto se vaya al carajo, es mejor si estoy solo yo. Si cumple su amenaza y nos delata, preferiría que solo me llevaran a mi, no tendrían como comprobar nada mas que el fraude de identidad y el mío solo es el nombre, ni siquiera el apellido. La sentencia no sería nada con un buen abogado, que obviamente puedo pagar. Si solo soy yo y la mujer se convence que tu y yo ya no estamos juntos podré reclamar la maldita herencia para ella y nos dejará en paz —explicó.

Quería debatirle todo lo que acababa de decir, pero tenía sentido. Existía una probabilidad remota de que nuestra madre le hiciera daño a Yuu, quien era su adoración, al menos cuando éramos adolescentes, ahora que habíamos regresado de la muerte y habían pasado ocho años, no estaba seguro de lo que esa mujer era capaz. Solo había algo de su pequeño plan que no me gustaba en lo absoluto—. No voy a arriesgarme a que te metan a la cárcel, podemos irnos los dos y ya —argumenté.

Yuu negó—. Creo que hemos llegado al punto en que no podemos seguir huyendo. Dime, ¿cuánto tiempo vamos a seguir ocultándonos? Ahora que saben la verdad, tal vez no nos perseguirían, pero sabríamos que es una mentira. Si huimos ahora, seguiríamos huyendo para siempre. No va a hacer nada legal, tal vez no la vemos desde hace mucho pero sigue siendo nuestra madre —aseguró—. Si te vas con Shou, no solo estarás a salvo de nuestro apellido. También puedes estar más seguro que conmigo, si es que Mana nos está persiguiendo; si Reita es policía y Tora un agente CIRO —abrió mucho los ojos, parecía no creer del todo el destino de nuestros amigos—. Ellos podrán protegerte mejor de lo que yo. Seguiré corriendo, los ayudaré desde este lado, pero no puedo ir con ellos si no soluciono primero lo de la nuestra madre —se quedó callado, parecía que quería decir algo más, algo que imaginé que tenía que ver con que tampoco se sentía listo para afrontar a nuestros amigos, no presioné—. No tenemos que perder contacto —me señaló una caja sobre el tocador, se encontraba a mi lado, apenas le había puesto atención.

La tomé con curiosidad y al abrirla noté que era un celular, lo miré sin entender—. Ya tengo uno —le dije tranquilamente.

—Este es desechable, no lo pueden rastrear. Si lo usamos para comunicarnos nadie podrá comprobar que seguimos en contacto —dijo tranquilamente.

—Realmente pensaste esto, bastante bien —suspiré dejando el celular sobre el tocador.

—Necesito que confíes en mi —me miró con sus ojos oscuros.

Me acerqué derrotado, pelear e intentar quedarme sería una necedad de mi parte; terminaríamos peleados y estoy casi seguro que Yuu me hubiera corrido de la casa si hubiera estado lo suficientemente desesperado. Sin ningún tipo de vergüenza me subí en sus piernas, rodeando su cintura con las mías. Ël sonrió tomando mi cintura.

2Fast, 2Beautiful [The Gazette]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ