Capítulo 2

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- Odio que me mientan, ¿te lo he dicho antes Ana? - dijo Patricia a su secretaria ojeando unos papeles en su escritorio.

- Sí Pati, me lo has dicho los últimos seis años que he trabajado junto a ti - contestó Ana con su ceja arriba mirando a Patricia sentada en el escritorio.

- ¿En serio, tanto tiempo? - dijo sin levantar la vista de sus documentos. 

- Si todo ese tiempo de tortura a tu lado, ¿puedes imaginarlo?

Patricia le dio una mirada aniquiladora y dijo - Vamos, sé que han sido los mejores años de tu vida, te es un honor trabajar junto a mí, es todo una aventura...

- Por supuesto es una aventura, junto a ti me han gritado, pegado, insultado...

- Oh, estás exagerando - contestó y alejó sus lentes de su rostro para encarar a Ana.

- Eres muy pasional Patricia y todos los que a tu lado estamos pagamos las consecuencias de eso...pero, sí, debo aceptar que han sido los mejores años, además, me pagas muy bien, así que no me quejo.

- Lo sabía, pero no creas que te aumentaré el sueldo por tu lindo discursito ehhhh - le sonrió Patricia mientras devolvía los lentes a su rostro.

- Estoy satisfecha, aún y cuando no lo esté no te haré discursitos, solo haré una enmienda y listo.

Patricia movió su cabeza de un lado a otro con una sonrisa -Toma, ya firmé estos, envía estas y llama a Fufu y dile que lo espero a las 3.

- Dirás a Fuleston, ¿no?

- Si eso dije, ¿no me entendiste? - la miró con curiosidad y seriedad.

- Si claro - le respondió Ana con una sonora carcajada - Mientras estuviste en la reunión llamó tu madre...

- Oh, Dios tómame confesada - dijo cerrando los ojos y suspirando.

- Dijo que si eras tan amable de llamarla antes que se acabara el mundo el 22 de diciembre.

- Es el 21.

- ¿Qué? - preguntó Ana.

- El mundo que se acaba el 21, no el 22.

- Ahhh, pues me importa un bledo cuando se acabe, ella dijo que la llamaras antes de eso.

- Maldición, yo que estaba esperando que el mundo se acabara y no tener que hacerlo.

- Llámala Pati, sea lo que sea es tu madre - alzó sus hombros y arqueó sus cejas.

- Cierto Anita y sea lo que sea, yo soy su asquerosa hija que le gustan las mujeres, si no te has dado cuenta tengo 31 años y no estoy para aguantar los sermones de mi madre, sobre el pecado y como mi alma se quemará en el infierno por ser un engendro de Satán, ¿crees que no me conozco ese sermón?

Esta vez Ana la observó con tristeza - Lo sé Pati y ella está incorrecta con su actitud, es la única loca de tu familia, perdonando, ¿sí?, pero aun así es tu madre, aunque parecieras adoptada...y madre solo hay una...

- Gracias a Dios que solo es una - dijo Patricia alzando sus manos al cielo.

- Patricia - le inquirió Ana.

- ¿Qué?

- Que no seas así...ahhh y tengo a Fabiola Carrero en la sala; la linda, sensual e interesante detective que se babea por ti.

Del borde...al precipicio (Sankh)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora