Capítulo 15

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Desde aquella confesión a viva voz, desde aquel día en que pudo expresar lo que sentía, desde aquel momento que sintió que el amor inundaba su corazón; su sonrisa no se desdibujó de su rostro. Hacía mucho que no sentía un motivo, una razón más allá de su propia razón, se sentía plena, estaba hechizada, embrujada por el amor que había llegado a su vida.

Esta vez de alguna manera había deshecho las ataduras que no le permitían confiar, que no le permitían avanzar, que no le permitían arriesgarlo todo, que no le permitían entregarse y...amar.

¿Era posible?, lo estaba siendo, sentada en su escritorio miraba a Megan en la lejanía que hablaba vivazmente con Ana, era increíble como habían encajado a la perfección esos dos seres. Ana estaba enamoradísima de Megan...bueno no más que ella, pero estaba tan entusiasmada, tan satisfecha con toda la situación. Y qué decir de Alex, estaba como una niña chica con un juguete nuevo, irradiaba felicidad por todos lados, de alguna manera Pati estaba segura que compartían su felicidad.

Pati no podía despegar sus ojos de Megan, su belleza interna irradiaba hasta su belleza externa, porque era bellísima y Pati estaba loca por ella. Era perfecta y claro obviamente estaba bien consciente que nadie era perfecto, pero esa chica que había llegado a su vida era la perfecta para ella.

Megan continuaba hablando con Ana, pero en un instante giró su cabeza para mirar a la mujer que la miraba detrás de aquel escritorio, aquella mujer que le hacía sentir todo, la mujer que deseaba con locura y la que amaba, si, la que amaba con cordura. Le sonrió y con esa sonrisa le dijo tantas cosas que solo ellas conocían...

- ¿En serio que nunca has ido Meg? - dijo Ana.

- Jamás.

- Debes decirle a Pati que te lleve, es que es increíble...- dijo percatándose de las miradas entre las dos mujeres.

- Bueno listo, tuve tu atención al menos tres minutos y 25 segundos, es realmente un record, me siento alagada - rio Ana.

- Exagerada - dijo Megan sonriéndole.

- ¿Exagerada yo?, realista preciosa, es que ustedes están así que se miran, que se besan, que se comen... ya te la comiste, ¿no? - Ana dijo con cara de seriedad.

Megan arqueó su ceja y apartó la mirada de Ana con nerviosismo, terminó toda sonrojada - Ammm...Ana...

- Eso es un no, Meg tienes que alimentar a esa mujer o sea alimentarse mutuamente...o sea... a lo que voy, por un demonios ámense.

Megan puso ambas manos en su rostro ocultando su estupor -Ana, vamos con calma, paso a paso, eso es parte, es importante, es rico, pero no lo es todo, es una parte maravillosa, especial, única cuando la entrega va más allá de un cuerpo, sino también es parte del corazón y todos los sentidos están en ello. Esa mujer me vuelve loca y la deseo con ansias, pero deseo más tener su amor mientras tanto...

Ana la miró complacida y dijo - Eres tú Meg, simplemente eres tú, eres la ideal, eres lo que ella necesita y lo que tú necesitas, son perfectas juntas, y estoy muy feliz que seas tú - le sonrió - Pero te diré una sola cosa, ¿te imaginas que no se acabó el mundo por los Mayas, pero si por los Incas?, ¿y que mañana se acabe el mundo y no hayas disfrutado de ese cuerpecito y se lo coman los gusanos? - acomodó sus manos en su cintura.

Megan sacudió su cabeza y rio, cuando se repuso respondió -Aun así, Ana, habré poseído lo mejor de ella, su corazón y amado su alma...- dijo y comenzó a caminar hacia la oficina de Patricia.

Ana sonrió iluminada, estaba tan segura de esa relación, estaba tan segura que al fin Pati sería realmente feliz por primera vez, estaba tan segura que Megan era la mujer ideal, si, estaba segura, por primera vez lo estaba.

Del borde...al precipicio (Sankh)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant