Capítulo 17

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Llegó más tarde al restaurante y divisó a sus dos chicas al fondo que platicaban y reían sin cesar, caminó hasta ellas - Buenas noches, señoritas, ¿puedo tomar asiento con ustedes?

Alex la miró haciendo una mueca en su cara y dijo - Lo siento, está ocupada.

Pati frunció el ceño y respondió - Yo la veo vacía.

- ¿Usted me está cuestionando? Además, estamos en medio de una conversación seria y está interrumpiendo.

- ¿Ah sí?, ¿y cuál es esa conversación seria y tan importante.

- Pues hablábamos de que mi madre cuando llegara por esa puerta y viera a su novia pondría una cara de idiota enamorada - le sonrió y deslizó su mano hasta Megan y le dijo - Me debes.

Patricia la miró con una ceja alzada y sacudió su cabeza, se acercó a su hija besó su mejilla y luego se dirigió a Megan y rozó sus labios.

Alex se movió de asiento y dejó a su madre sentarse al lado de Megan. Sentada frente a ellas y viéndolas, pensó que se veían tan hermosas, le encantaba pasar tiempo con ambas y poder comprobar los detalles que hacían crecer más ese amor. Aun le parecía increíble que su madre haya cedido, se haya entregado, se haya dado la oportunidad y se haya enamorado nuevamente, aunque esta vez era especial, esta vez había un brillo distinto en su mirada, el sentimiento la llenaba totalmente; nunca la había visto tan...en realidad nunca en la vida le había visto de esa manera.

Pati miró a Megan, le susurró al oído y entrelazó su mano con la de ella, entonces miró a su hija y le sonrió. Era tan increíble disfrutar ese momento con las dos mujeres que amaba, con las dos mujeres que le entregaban todo lo que ella necesitaba para ser feliz, con las dos mujeres con las cuales deseaba permanecer el resto de su vida.

- Debo decir esto porque no me lo puedo guardar en este preciso momento - pasó la vista sobre las dos chicas mientras hablaba - Soy bendecida desde el día que llegaste a mi vida Alex, eres mi hija, la hija de mi corazón, la que amo con el amor más perfecto que pueda existir en la tierra. El que estés en mi vida es de las cosas que agradezco a diario. Cierto que me has dado tantos dolores de cabeza - sonrió - Pero gracias a eso nunca me he aburrido, debía bajarte de los árboles, buscarte en los tumultos, limpiarte del lodo, coserte, cuidarte, enseñarte, amarte cada día más...nunca dudé en que quería que fueses parte de mi vida y me siento más que orgullosa de ser tu madre - terminó con emoción en su voz.

Alex miró a su madre conteniendo las lágrimas...siempre pensaba que ella era la afortunada porque tenía una madre que la cuidaba desde el cielo y una que sin duda daba hasta su vida por ella en la tierra...

Esta vez Pati miró a Megan y dijo - Y tu amor mío, has llegado de forma inesperada a mi vida, sin esperarlo, sin buscarlo, llegaste a mí y eres tanto que no pude dejarte marchar, Debía apartar mi pasado y mis demonios, porque tú eres mi presente y quiero que seas mi futuro...mi eternidad si así lo quieres. Eres mi complemento perfecto y la dueña de todo sentido de cordura y locura que llevo dentro de mi corazón. Desde que llegaste a mi vida, tuve miedo dentro del miedo, tuve dudas dentro de las dudas, pero tú has sabido ir más allá de todo...es que no imaginas lo que me haces sentir, es que no sabes lo que provocas en mi vida, es que eres la dueña de cada suspiro, la poseedora de cada deseo, de cada sueño, de cada pensamiento, de cada mirada, de cada sentimiento que llena mi corazón. Este amor que siento por ti es la parte faltante de mi vida y tú la mujer que quiero en mi vida...

Megan sostuvo más fuerte su mano aun entrelazada y con sus otra mano acarició el rostro de Pati y se preguntó que habría hecho para merecer que esa mujer llegara a su vida y fuese su todo, ¿lo merecía, la merecía? sí. Alguien, en algún momento, en cierta ocasión le había enseñado que cada cosa buena que llegaba a su vida era porque la merecía, porque era justo para ella y que debía aceptarlo, darse la oportunidad, disfrutarlo y sobre todo hacer que valiera la pena. Besó los labios de Pati con dulzura, sin importar el mundo a su alrededor.

Del borde...al precipicio (Sankh)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora