Capítulo 11

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Luego de pasar la tarde con su flamante hija, haciéndole todo tipo de comentarios absurdos y todo tipo de preguntas incómodas, Patricia regresó a casa, se duchó, se arregló y condujo hasta una actividad sociocultural de la hight class supreme, como solía llamarle a este tipo de evento; que no eran de su enorme agrado, pero era parte de su deber laborar. Mientras conducía pensó en Megan de una manera especial, ese pensamiento la hizo sonreír y hasta suspirar; entonces se preguntó...qué extraña sensación le albergaba el corazón cuando la pensaba, que extraña sensación la inmutaba cuando la tenía frente, que sensación ya olvidada le estremecía el alma.

Llegó a la recepción más pronto de lo que esperaba, compartió con sus compañeros y conocidos; pasó un rato agradable con ellos brindando con agua a las rocas como sus allegados solían llamarle. Las fiestas grandes no le llamaban mucho la atención; no que no las disfrutara, solo que prefería la intimidad de tres o cuatro amigos que el murmullo de unos cientos a su alrededor. Ya se sentía un poco acalorada y decidió salir al balcón a tomar algo de aire, caminó distraída hasta que sintió tropezarse en el trayecto con alguien. Siempre ha sido muy torpe en su caminar, siempre tropezando hasta con la nubes; pero ¿era posible que tropezara en un evento social, con cualquiera?

Patricia quedó un poco desubicada por el golpe y más sorprendida por verse entre los brazos de Fabiola que la sostenía luego del accidente casi trágico entre ellas. Sus ojos se encontraron, Pati reconoció que eran hermosos sus ojos, sintió las manos de Fabiola sujetándola por la cintura y justamente sintió que sus manos estaban juntas en el pecho de Fabiola. Le tomó la mitad de un segundo quitarlas de ahí y alejarse con vergüenza ajena de Fabiola; caminó hasta el borde de la terraza y descansó sus brazos en el barandal.

La mente de Patricia no estaba conectada con la realidad que estaba viviendo, Fabiola en ese lugar, era imposible conectar, eso era imposible...siempre quedaba en situaciones vergonzosas frente a estas mujeres. Fabiola caminó hasta Patricia y se acomodó a su lado en el barandal y pasó su mano sobre la de Patricia y dijo por lo bajo con una sonrisa - ¿Por qué huyes cobarde?

A lo que no tuvo respuesta porque Patricia estaba muy ocupada analizando la escena en esencia y retomando el momento justo cuando sus manos estaban en el pecho de Fabiola, tantos lugares para poner sus manos y justamente las acomoda...ahí...

Fabiola se acercó un poco a ella hasta lograr que sus brazos se rozaran. Pati mantenía la mirada fija en alguna parte, esta vez con nerviosismo volteó a mirar a la detective quien no le quitaba la vista de encima.

Fabiola acercó la mano que tenía desocupada, acarició el rostro de Pati y se apresuró a decir - No sabes cuánto he deseado rosar tus labios, no sabes cuánto necesito tocar tu piel, no sabes cuánto.... Fabiola tomó a Pati por la cintura y se acercó a ella hasta que sus labios hicieron contacto, la besó como si el mundo dependiera de ello, con un deseo loco y una necesidad incontrolable.

El corazón de Pati comenzó a latir con furia en el pecho ante ese beso que le avivaba todo su interior, se dejó llevar, se dejó embrujar por el éxtasis que le recorría su ser...se perdió en el deseo, en esa sensación que le hacía sentir viva, pero...se detuvo. Pati miró a Fabiola a los ojos y se apartó del beso, no sabía que estaba haciendo, pero entendía que era lo mejor.

- Lo siento - dijo apenada.

Patricia se alejó de Fabiola y por lo bajo dijo - No es correcto.

Fabiola la miró con incredulidad - ¿No es correcto?, ¿porque no es correcto?, me moría por besarte hace tanto tiempo, eres una mujer hermosa, pienso en ti todos los días, eres soltera, yo también...a menos que haya alguien en tu corazón que no te permita...

Del borde...al precipicio (Sankh)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant