Capítulo 5

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Alex estaba corriendo por toda la casa como demente desquiciada porque se había quedado dormida y tenía examen temprano en la Universidad.

- Mamá - gritó.

- ¿Sí?

- ¿Dónde está mi libro de Química y mi llaves y mis lentes y mi abrigo...?

Patricia se detuvo a observar a su hija en esa danza de la locura que conocía muy bien - Libro de Química en el estudio, llaves en la mesa de salida, lentes en tu cabeza y abrigo en el respaldo de la silla de la cocina, ¿tu cabeza?, si no la tuvieses pegada a tu cuerpo de seguro ya la hubieses perdido.

Alex miró a su madre con sus cejas fruncidas y luego le sonrió - ¿Qué me haría sin ti Patricia?

- ¿Perder la cabeza?

- Cuidado con la que pierda la cabeza seas tú Ma - le comentó mientras iba por sus pertenencias a cada lugar que su madre había indicado.

Patricia la miró sorprendida - ¿Estamos hablando de...?

- De tu almuerzo con la very hot mamita, no creas que con mis crisis se me olvida tu vida - dijo parada frente a Patricia con todas sus pertenencias. Alex observó las facciones de la mujer frente a ella, como siempre, podía reconocer esa tristeza profunda que trataba de ocultar al mundo externo que le rodeaba; pero no a ella, ella conocía esa mirada llena de sentimientos perceptibles, pero inaudibles. - Ma, te ves tensa, nerviosa, aterrorizada, colapsada, petrificada, conmoció...

- Aquí vamos de nuevo - puso sus manos en su cabeza y caminó en la dirección contraria.

- No te enojes, solo quiero que estés tranquila, solo es un almuerzo - alcanzó a su madre y besó su mejilla y comenzó a caminar hacia la puerta y sin voltear a ver a su madre dijo - Solo procura no ir al baño, esa sería la oportunidad perfecta para que ella te siga y te bese desenfrenadamente y tú supliques por más y...ya sabes - terminó diciendo mientras cerraba la puerta con una gran carcajada.

Patricia suspiró y alzó su vista al cielo - Dios dame paciencia, pero dámela ya - luego sonrió con una tímida sonrisa. Aunque, muchas veces le incomodaban los comentarios aberrantes de su hija, terminaba sonriendo y divirtiéndose por lo elocuentemente impredecible que era.

La puerta se abrió nuevamente y apareció la cara de Alex asomada por ella - Megan vendrá hoy, si no he llegado de la Universidad, por favor, atiéndela bien - casi cerrando la puerta, asomó nuevamente la cabeza y dijo con una gran sonrisa - Mientras esperan por mi deberías pedirle una clase de lenguas...

- Alexandra Stevenson desaparécete ya - le gritó Patricia totalmente sonrojada.

- Mamá, tú tienes una mente tan cochambrosa, clase de lengua italiana, siempre has querido viajar a ese hermoso país, ¿no? - alzó sus cejas y comenzó a cerrar la puerta y se escuchó ya del otro lado - Te amo, Mami.

- También te amo Alex - dijo Patricia sacudiendo su cabeza en ambas direcciones. - Clase de lenguas - dijo susurrando - Creo que estoy enloqueciendo, necesito esas vacaciones prontamente. Patricia tomó su bolso, su celular, sus llaves y salió por la puerta, por donde minutos antes, su hija había desaparecido.

Una hora más tarde había llegado a la oficina, para encontrar a Ana parada en la puerta con una taza de café. A Patricia se le iluminó el rostro, no por ver a Ana, sino por su delicioso y aromático café...

- Oh Ana, gracias, eres la mejor, ¿qué me haría sin ti?

- Absolutamente nada, serías como una drogadicta sin dinero para comprar su droga y saciar su adicta necesidad.

Del borde...al precipicio (Sankh)Where stories live. Discover now