Me desperté con un tremendo dolor de cabeza y tapada con las sábanas hasta el cuello. Había demasiada luz y, mientras maldecía en voz baja, me di la vuelta para hundir el rostro en el almohadón.
- Maldita sea, pero qué hora es... – bufé.
- Casi mediodía.
Fruncí el ceño porque no esperaba oír respuesta alguna y abrí un ojo para descubrir que Juice estaba recostado a los pies de mi cama con un aspecto fresco y descansado, no como yo.
- ¿Qué haces aquí?
- Los demás están recogiendo afuera. – respondió. – Me he escaqueado alegando que venía a ver si seguías viva.
- Lo estoy. Creo.
- ¿Pasaste la noche con alguien?
Suspiré e hice memoria para ver qué recordaba. Enseguida apareció por mi mente un hombre muy sexy con unos tatuajes que me pusieron a mil. Tragué saliva e hice un esfuerzo por quitarlo de mi mente antes de que regresaran a mí pensamientos inapropiados.
- Con Happy.
- Lo sabía. – asintió. No abrí los ojos para ver qué cara ponía, pero tenía claro que ya no iba a dejarme dormir más y que tendría que ponerme en marcha a pesar de esta resaca. – Los de Tacoma se volvieron locos buscándolo.
- Estaba en buenas manos.
Hice un tremendo esfuerzo por apartar mis sábanas e incorporarme. Ya me había acostumbrado un poco más a la luz, pero la cabeza me seguía martilleando. Por si fuera poco, Juice se había puesto serio.
- ¿Recuerdas lo que pasó ayer?
- ¿Qué de todo? – cuestioné.
- Lo de Clay.
- Por desgracia, sí.
- No tienes de qué preocuparte. Ya lo hemos hablado. Clay va a dejarte tranquila. – me aseguró. No estaba en condiciones para reprocharle que yo misma podía arreglar mis asuntos, así que opté por aceptar que hubieran intercedido por mí. – Y sobre la noche que dimos un paseo en mi moto...
- ¿Hablas de cuando nos liamos? – le interrumpí.
- Sí. – asintió. – ¿Crees que es mal momento para hablar de ello?
- Malo no, malísimo.
Juice apretó los labios algo decepcionado, pero no tenía intención de insistir.
- Deberías tomar una ducha y salir a ver al resto. Tienes café y aspirinas sobre la barra.
Media hora más tarde me sentía un poco mejor; ahora solo era cuestión de tiempo que desapareciera la resaca por completo. En cuanto salí del local, vi a los chicos junto a varias mujeres recogiendo los estropicios de la fiesta.
- Cuidado, chicos, creo que nos atacan los zombis.
- Ja, ja. Muy gracioso, Bobby. – repliqué, pero al resto les hizo mucha más gracia.
- ¡Pero si estás viva! – exclamó Chibs. Me acerqué hasta él y me rodeó con su brazo para darme la bienvenida. – Pensábamos que ya no saldrías de esta.
- Solo necesitaba unas horas de sueño, nada más.
Miré a mi alrededor y vi que ya no quedaban motos, solo las de los chicos del grupo. Ya imaginaba que Happy y los suyos no seguirían por aquí, pero habíamos tenido una buena despedida. Me puse a ayudarles al momento, tratando de recompensarles por todo el tiempo que me habían dejado dormir, y de paso fui acercándome lentamente hacia cierto hombre que todavía no me había dirigido la palabra.
أنت تقرأ
IN LOVE & HOPELESS | SONS OF ANARCHY
قصص الهواةHuir era mi única opción, pero ni si quiera el refugio parecía demasiado seguro. Debí suponer que adentrarme en los Hijos de la Anarquía solo me rodearía de más violencia, aunque puede que eso no fuera lo único con lo que me encontrase. 12/4/2021 ➞...