CAPÍTULO 22. CHARMING.

215 20 1
                                    

Aparqué el coche a la entrada de la tienda de chucherías que era el nuevo escondrijo de los Hijos de la Anarquía. Desde fuera parecía una tienda normal y pacífica, pero estaba convencida de que dentro tendrían montada su sala de operaciones. Cogí mi bolso rezando por no tener que sacar la pistola y deseando que no se cumplieran ninguna de las advertencias de Russell. Se había ofrecido a acompañarme, por supuesto, pero le había asegurado que no sería necesario. En cuanto puse un pie dentro, Chibs y Happy se pusieron en pie como si hubieran visto entrar a la mismísima muerte.

- No deberías estar aquí. – me soltó Happy.

- Solo vengo a hablar.

- No tenemos nada que hablar contigo. – escupió Chibs con desdén. – Tienes suerte de seguir con vida, pero no deberías jugártela tan a la ligera.

Suspiré pesadamente y me afiné la garganta antes de continuar. Era obvio que no iba a tener un recibimiento entrañable.

- ¿Dónde está Jax? – cuestioné.

- No te importa. – masculló Chibs.

- Sí, claro que me importa. – le contradije. – Vengo a hablar con el líder de los Hijos, no con vosotros. Así que llamadle si es necesario.

- ¿Y si no qué? – la voz de Happy sonaba amenazadora, pero ese hombre era incapaz de darme miedo. No después de todo lo que habíamos pasado juntos. Antes de que pudiera responderle, Jax y Tig descendieron las escaleras y se detuvieron al verme ahí plantada.

- ¿Qué haces aquí? – inquirió Jax de mala gana.

- Tengo que hablar contigo.

- ¿De qué?

- De Juice.

Jax amplió su sonrisa burlona y negó con la cabeza. Parecía divertirle la situación, cosa que solo conseguía mosquearme.

- Lo escondiste aún sabiendo que lo buscábamos. – comentó como si se me hubiera pasado por alto ese detalle. – Si no quieres meterte en más problemas, deberías coger tu coche y marcharte de Charming.

- No voy a poner ni un solo pie fuera de esta tienda hasta que hablemos. – le aseguré.

Jax dedicó una mirada a través del cristal y vio que no había nadie más esperando afuera, ni tampoco en el interior de mi coche.

- ¿No traes escolta?

- No necesito ningún guardaespaldas. – contesté con firmeza. – Me las apaño bien sola. Si quisiera dispararte, lo haría yo misma.

- Maldita insolente. – gruñó Chibs, mas Jax le puso una mano en el hombro para que se relajara. Sin perder esa fachada de líder orgulloso, me hizo un ademán con la mano para que continuara:

- ¿Y bien? ¿Qué quieres hablar?

- Le habéis enviado a la cárcel. A una misión suicida.

- ¿Cómo puedes enterarte de todo tan rápido?

- Me dedico a eso. – puntualicé. – Y todo el mundo tiene un precio para hablar.

Jax frunció los labios y asintió complacido.

- Si Juice lo consigue, se ganará la vuelta al club. – me explicó, pese a que estaba claro que ese era el motivo de todo. – Él mismo accedió a cumplir con lo que le pedimos.

- Sabes que haría lo que fuera por este club. – le recriminé. – Lo usas como un peón sin que te importe lo más mínimo su vida. No está bien desde hace mucho, lo sabes, ¿no?

IN LOVE & HOPELESS | SONS OF ANARCHYHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin