CAPÍTULO 7. MÁS ERRORES.

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Por un momento me quedé muda, como si me hubieran arrancado la lengua y fuera incapaz de articular palabra alguna. No es que no le siguiera deseando con ganas, sino que me planteaba si en este caso el sexo lo arruinaría todo. De cualquier forma, apagué el cigarrillo casi consumido y le hice un gesto con la cabeza.

- Ven.

Juice dejó el botellín de cerveza sobre la mesa y se puso en pie al instante, mas luego dudó de lo que hacer. Nos aguantamos la mirada durante unos segundos hasta que terminó por sentarse a mi lado. Quería besarle, maldita sea, claro que quería hacerlo. No era la primera vez que lo pensaba desde lo que ocurrió y ahora estaba tan cerca... Me incorporé para poder sentarme encima suya y sus manos no tardaron en subir desde mis piernas hasta mis caderas. Su boca ya aguardaba entreabierta y no quise hacerle esperar más.

Era húmedo, lento y profundo. Esos labios eran increíbles. Dirigí mis manos para sacarme la camisa por encima de la cabeza y Juice optó por comenzar a besar la nueva piel que había dejado al descubierto. Yo también quería un poco más de él así que llevé mis manos a su camiseta en un intento por colarme en su interior, pero me detuvo antes de que lo hiciera.

- Venga ya, Juice. – protesté sobre su boca. El chico sonrió con picardía, se quitó el chaleco dejándolo a un lado con cuidado y luego se sacó él mismo la camiseta. Para rematar, me soltó el sujetador y lo dejó caer al suelo. Me encantaba lo que veía y aún me gustaba más poder sentir por fin su piel contra la mía.

Continuamos besándonos, mordiéndonos y lamiéndonos por un buen rato. Esperaba que no se quitara la parte de arriba para trabajar porque estaba claro que mañana iba a tener varias marcas por todo su pecho. Le había soltado el cinturón de los pantalones y bajado la cremallera para aliviar la presión, pero ese bulto iba a estallar si no lo liberaban ya. Como si me leyese la mente, Juice se colocó en pie conmigo todavía encima de él y enrollé mis piernas en su cintura para no resbalar.

- Espera. – susurré al encaminarnos hacia el pasillo.

- ¿Qué ocurre?

- No irás a volver a dejarme tirada, ¿no? – cuestioné.

- Ni de broma. – me aseguró. Sonreí extensamente y entramos en mi dormitorio.


Fuimos como dos críos hormonados que disfrutan del sexo como novedad. Pasamos un buen rato tocándonos y besándonos. Y cuando por fin lo hicimos, fue increíble. Empezó lento y pasional, con nuestros gemidos ahogándose en la boca del otro, y terminó siendo profundo y desenfrenado. Menos mal que estábamos solos porque, de lo contrario, el ruido nos habría delatado.

Me desperté como si no hubiera pegado ojo y maldije a la noche por tener que ser tan corta. En cuanto me removí, miré a Juice a mi lado y lo encontré con el ceño fruncido. El sol también le estaba molestando a él. Reí silenciosamente y me impulsé para besarle, lo que consiguió que relajara la mueca al instante. De paso me rodeó con sus brazos y entonces ya no pude escapar.

- ¿Qué hora es?

- Muy pronto. Debe estar amaneciendo. – respondí. – Pero ayer nos olvidamos de bajar la persiana.

Masculló algo entre dientes similar a una protesta, mas al abrir los ojos no se le veía enfadado en absoluto. Me dedicó una sonrisa ladina y me liberó un poco para que pudiera acomodarme mejor con parte de mi cuerpo sobre él.

- ¿Has descansado? – le pregunté.

- Necesito una semana por lo menos para reponerme.

- Idiota. – bufé mientras le golpeaba suavemente en el pecho. Él también rio, pero se puso serio al momento. – ¿Qué ocurre?

IN LOVE & HOPELESS | SONS OF ANARCHYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora