CAPÍTULO 30. LA ÚLTIMA DECISIÓN.

328 12 1
                                    

- Todo es una mierda. – protestó Juice.

- ¿Por qué lo dices?

- Porque tú tienes que volver a Charming y yo tengo que seguir viajando sin saber dónde voy a estar dos días más tarde. – continuó, mosqueado. – ¿Qué vamos a hacer? ¿Vernos los fines de semana? No siempre voy a estar cerca como para que podamos quedar a mitad de camino.

Y ahí estaba nuestro mayor problema actualmente: la distancia. Después de todo lo que habíamos pasado, no parecía demasiado grave, pero jodía como ninguno.

- Podemos intentarlo de todas formas. – le sugerí. – Puede que solo necesitemos algo de tiempo para ordenar las cosas y encontrar una manera de que funcione.

- Tiempo y más tiempo. Estoy harto de esperar. – farfulló. – Hace cuatro meses estaba preparado para morir, pero sigo vivo y ya no quiero desperdiciar más tiempo. Por primera vez en mucho tiempo estoy seguro de algo y no quiero perderlo.

- ¿Y qué quieres que haga yo, Juice? – cuestioné. – La situación es complicada. No tengo una varita mágica para arreglarlo.

- Lo sé, lo sé, no te lo estoy reprochando. – replicó. – Pero me jode, Jane.

- Sí, a mí también.

Siempre tenía un plan en mente, pero esta vez estaba en blanco. Intentaba buscar la forma de que pudiéramos seguir juntos, pero no podía detener el tiempo y hacer que este fin de semana fuera eterno. El domingo tendríamos que marcharnos cada uno por su lado y debíamos saber qué ocurriría a continuación. La decisión la teníamos que tomar antes de irnos.

- Puedo hablarlo con el club. Tengo muchos negocios en Charming y sus alrededores así que no podré irme lejos, pero puede que me den libertad para llevarlos a cabo. – comenté, dubitativa. – O podemos ver si es posible que vuelvas conmigo y haremos el trabajo juntos. Ya sabes, yo seré tu acompañante en vez de Russell.

- El club no va a querer que me involucre en vuestros negocios. Y yo tampoco quiero regresar a Charming. – me aseguró. – Son demasiados recuerdos. No me vendrá bien volver a estar tan cerca de eso.

- ¿Y qué propones entonces?

- No lo sé. – bufó. – Podemos seguir con nuestras vidas y volver a hablar de esto más adelante. Tenemos algo, ¿no? Entonces no desaparecerá.

- Puede ser. Pero no puedes prometerme que no vas a enamorarte en cualquier otro momento.

- ¿A caso tú sí puedes prometérmelo? – inquirió.

De primeras le diría que sí, que podía prometerle que no iba a querer a nadie como le quería a él y que no deseaba tener lo que teníamos nosotros con ninguna otra persona. Mas luego, si lo pensaba un poco mejor, me daba cuenta de que no podía asegurarlo. No sabíamos cuánto tiempo tendríamos que pasar separados y la soledad era una zorra. Ambos podíamos cruzarnos con alguien que llamara nuestra atención y entonces no podríamos controlar lo que ocurriese. Nadie puede prometer que no va a volver a enamorarse. Y si lo hiciera, mentiría.

- Tienes razón. – suspiré. – Todo es una mierda.

El silencio volvió a reinar pero esta vez me sentía un poco más enfadada. No con él, sino con el mundo en general por ponérnoslo tan difícil. ¿Tan mal me había comportado como para que el karma me las devolviera de esta forma?

- Quiero besarte, Jane. – me dijo Juice recobrando toda mi atención. – He querido hacerlo desde que he entrado por esa puerta. Y no sé lo que va a ser de nosotros, pero ahora mismo me muero por besarte.

Tragué saliva porque su mirada era tan intensa que parecía taladrarme y alcanzar mi alma. El estómago me dio un vuelco y pensé que yo tenía tantas ganas de hacerlo que no podía contenerlas más.

IN LOVE & HOPELESS | SONS OF ANARCHYWhere stories live. Discover now