Capítulo 09

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Me levanté como pude del escritorio, mi estómago me empezaba a molestar como otras veces, tenía sueño y estaba muy cansado, quizá había días en los que no podía hacer las cosas por mi mismo, me molestaba en demasía.

Tomé un vaso de agua, mi cachorro empezaba a dar muchos problemas desde hace una semana, su rendimiento físico había bajado y su estado mental estaba empezando a deteriorarse.

Quizá lo último ya estaba desde hace mucho tiempo.

—Maldita sea —murmuré al sostener un pote pequeño de pastillas recordando que no podía tomarlas—, me quiero morir.

—¿Y ahora por qué estás enojado? —MinGyu ingresó al despacho del omega luego de oír sus réplicas, aún así fingió una sonrisa enorme.

No quería que MinGyu vuelva otra vez con el tema de «tienes que irte a casa», le estaba empezando a hinchar las venas, y mucho más su mal humor encima.

—No estoy enojado, solo que no hay bebidas calientes y estamos en pleno invierno —MinGyu alzó una ceja y lo encaró.

—Pero si tú tienes la cafetera aquí —señaló la máquina.

—Ah, ¡mira! ¿Cómo es que esto estaba aquí? Si que eres rápido Kim MinGyu, bien hecho —me dirigí a la máquina y maldije por lo bajo.

—¿Estás mal otra vez? JiHoon, no hay mucho trabajo, puede-

—¡No! Quiero trabajar, que esté con una cría no significa que no pueda hacer nada —lo miré molesto, otra vez iban a empezar.

—Solo intento ayudar.

—¡Nunca pedí tu ayuda! —le gritó el omega.

—Maldita sea JiHoon, acepta que estás mal, solo es salud, no se va a acabar el mundo, tu estúpida actitud no está llegando a ningún lado.

—¿Ahora te quejas de mi actitud? Deja de joder y déjame hacer mi trabajo, ¿no es por eso que estoy aquí?

—Entonces haz lo que se te de la gana.

El alfa azotó la puerta detrás suya ante sus ojos molestos, sentía la rabia invadir su cuerpo, seguía pensando fielmente que el que tenía la razón había sido él todo el tiempo.

«Claramente estoy equivocado», pensó muy dentro de sí.

Era una de las primeras veces que se peleaba con MinGyu, el menor siempre había sido perseverante en todo y casi nunca se enojaba, pero ello lo hacía enojarse mucho más, en vez de poner en su lugar a los demás que lo menospreciaban, solo se retiraba callado diciendo que no valía la pena, si solo demostrase que le molestaba, si solo explotase de una vez y dejase de ser tan amable y perfecto... sabría que era una persona.

Me revolví en mi asiento con molestias en mi estómago, bufé.

Y lo que más odiaba de MinGyu era que siempre tenía la maldita razón.

SoonYoung estaba escondido detrás de la pared desde hace un buen tiempo, normalmente no se catalogaba como «el jefe chismoso», pero escuchar la pelea y darle toda la razón a MinGyu era en definitiva algo que tenía que escuchar.

Se exaltó cuando se azotó la puerta con fuerza, claramente MinGyu iba a estar enojado, quien no. Esperó allí unos minutos para parecer que no había escuchado nada, tampoco iba a tocar el tema si el omega no decía nada, no quería salir con la cabeza degollada por dar su positiva hacia MinGyu.

Suspiró y entró al despacho del rubio—. ¡JiHoon! —el mencionado levantó la cabeza y le regaló una pequeña sonrisa.

—Hola, Soon... —el alfa se sentó en el sillón que estaba al lado—. ¿Pasó algo?

Omega en apuros 𓏲ָ  SoonHoon (Editando)Where stories live. Discover now