iv. rebecca chambers y los diarios

834 110 85
                                    


DAÑO COLATERAL,
capitulo cuatro: rebecca chambers y los diarios!


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


          EL PROFUNDO ALIVIO QUE SINTIÓ JOY WILLIAMS AL VER A LA CASTAÑA DE CABELLOS CORTOS CON VIDA FUE LO MEJOR QUE PUDO OCURRIRLE EN LA NOCHE. No sólo por haber asesinado a varios muertos vivientes, si no por encontrar una cara conocida entre los millones de pasillos que la mansión tenía. Rebecca Chambers sonrió de lado a lado, sus ojos verdes perlados brillaron en la tenue luz de la habitación y el alivio ocupó sus facciones. Joy entró primero a la habitación y se encontró con otro cuerpo más, al menos con vida, lo que significaba que podría haber más miembros de la unidad STARS vivos entre los pasillos.

          —No tienes idea de lo que me alivia volver a verte, Rebecca—dijo Joy abrazándola con fuerza, al mismo tiempo tironeando a Chris hacia abajo.

          —Me alegra verte, Joy—espetó la muchacha de cabellos cortos y vio que ella se ponía de pie junto a un muchacho, la castaña lo señaló—. ¿Tú...?

          —Chris Redfield—se presentó él, a pesar de haber cruzado palabra con Rebecca antes—. Equipo Alfa. Vinimos a rescatarlos—se inclinó hacia Joy para mirar al segundo cuerpo y se acercó al reconocerlo—. ¿Richard?¿Qué diablos te ha pasado?

          Richard Aiken soltó un gruñido de dolor y miró a los dos miembros del equipo Alfa, Chris se agachó frente a él (así provocando que Joy casi perdiese el equilibrio) y Richard levantó su mano para darle un firme apretón. La cara del cadete Aiken se encontraba con heridas y probablemente tuvo algún encuentro con los muertos vivientes que rondaban por la mansión. Sin embargo, lo que más le resultaba inquietante a Joy era el cómo él había llegado allí, incluso Rebecca. ¿Por qué ellos estaban allí?

          —Chris, J-Joy...—tartamudeó este con debilidad—. Este lugar...Saquen a su equipo de aquí...Hay demonios...en todas partes.

          —Ya, no hables—lo silenció Rebecca con sutileza.

          —No vamos a dejarte aquí, Richard—declaró Joy y miró fijamente la herida que tenía su compañero, demasiado grande e hincada como para darle un vistazo—. ¿Alguna idea de que podría haberle pasado?

          Rebecca hizo una mueca—Parece que le ha mordido una serpiente venenosa. Pero la marca del mordisco es enorme.

          —N-No era...una serpiente común y corriente...—se excusó Aiken mirándolos—. Háganme caso.

          —Necesita suero—ordenó Rebecca a la pareja—. Lo dejé en la otra habitación.

          Chris se levantó rápidamente y tironeó de las esposas para hacer que Joy también se pusiese de pie, Rebecca alzó una ceja a Joy y ella rodó los ojos; ambos se excusaron para poder salir, diciendo rápidamente que podrían conseguir un suero. Redfield se encargó de arrastrar a la muchacha de cabellos oscuros por los pasillos otra vez, buscando la habitación que habían encontrado antes con un armario lleno de sueros. Joy no tenía ganas de soltar alguna queja y simplemente se dejó arrastrar por los pasillos sin fin hasta ir al ala este de la mansión. Finalmente, cuando alcanzaron su destino, entraron directamente a la habitación donde se encontraba el mismo baúl donde dejaron algunas de sus cosas y Joy se acercó directamente al armario donde se encontraban los sueros; permaneciendo con la mirada en blanco al ver que se trataban de diferentes sueros.

ENEMY ━━ Chris Redfield ¹ ✓Where stories live. Discover now