xxvi. laboratorios enterrados

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DEMENCIA,
capitulo veintiséis: laboratorios enterrados!


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          JOY NI SIQUIERA SABÍA CUANTO TIEMPO HABÍA PASADO DESDE QUE ABANDONARON LA SUPERFICIE. Juzgando por la cantidad de pasillos que investigaron, ella podía jurar de que trataban de horas y horas merodeando por terreno peligroso, cuidando su munición para casos realmente extremos. La rubia investigó junto a Chris cada una de las habitaciones, mientras que Jill permanecía en la retaguardia vigilando que ningún infectado se atreviese a acercarse para intentar algún movimiento divertido contra ellos. Los comunicadores se encontraban en absoluto silencio y eso podía deberse a dos simples cosas: 1. Probablemente el anfitrión de la fiesta esté interviniendo en sus comunicaciones o 2. Que los cadetes y veteranos realmente habían muerto mientras eliminaban cualquier rastro de un arma bio-orgánica suelta en la superficie. Ninguna de las dos eran conclusiones certeras o cómodas, si no era como Joy podía ver las cosas en situaciones como aquella.

          (Verán, su fe es igual de caótica como ella.)

          Nada fuera de lo normal.

          Chris se mantenía sereno a su lado, sus orbes café mezclados con un poco de verde en su centro se mantenían alerta ante cualquier movimiento y concentrados en más búsqueda de información. Se toparon con un par de salas donde se llevó más experimentación humana y hubo algunos experimentos fallidos en el camino, provocando que la rubia apretase la mandíbula por la gran injusticia que se estuvo llevando a cabo por muchísimos años y ellos recién en ese momento se habían enterado. Encontró archivos donde se identificaron sujetos de experimentación secuestrados de todas las partes del mundo, gracias al tráfico de personas o simplemente por venta ilegal de personas al mejor postor. Joy esperaba simplemente de que se tratasen de adultos, nada de niños involucrados en una masacre clandestina que los dejaría sin dormir por el resto de sus vidas.

          —Esto es sinceramente asqueroso—dijo Chris a sus espaldas—. No tienen nada de piedad por la vida humana.

          —Por eso estamos aquí—respondió Joy mirándole fijamente, como si fuese la única persona que ella podía comprender sin problemas, demostrando una mirada igual de dura como la de él—. Para evitar que esto vuelva a suceder en otros lugares del mundo. No es el trabajo ideal, pero es la única cosa correcta que podemos hacer.

          Ella lo dejó solo en la habitación, moviéndose hacia otra para poder investigarla en silencio mientras que Jill vigilaba el pasillo con mirada de halcón. La rubia abrió la puerta para encontrarse con una camilla en su centro, justo como las otras habitaciones que investigaron antes, pero esta tenía una única diferencia y era que había un tubo con líquido azul dentro. Joy alzó su arma para acercarse lentamente hacia la camilla, encontrándola increíblemente limpia — dirigió su mirada al tubo, donde se encontró con un cuerpo siendo intubado por un sistema de soporte vital; su cuerpo estaba mutado hasta el punto de no poder reconocer más al ser humano que portaba con tal infección. Había un latido, eso estaba marcado por el monitor que había a un lado, pero Joy apretó los labios al ver que ella podía terminar con ello.

ENEMY ━━ Chris Redfield ¹ ✓Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon