55-|Bardo|Tercos

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— Por favor, te pido que no hagas esto..., al menos no participes.

— Mihna — habló él sin mantener contacto visual con la castaña —, ¿qué es lo que exactamente quieres?

— Que no seas parte de ello si una guerra estalla — contestó segura —. No sucumbas a los planes del elfo ese — dijo sin importarle que fuera el mismo rey de Mirkwood.

— Ya no hay nada que pueda hacer, no me echaré para atrás — le dijo negando. Ella sabía que él no faltaba a su palabra, al contrario de lo que el enano había hecho.

— Yo estuve cuando el mago habló — lo miró con incredulidad, por lo que ella apartó el cabello que le estorbaba de la cara y apretó los dientes —. ¿Piensas que es una broma? ¿Crees más en la palabra de ese estúpido elfo? — soltó con rabia.

— Mihna...

— Yo nada. Ni siquiera porque te lo digo yo eres capaz de hacer caso — agregó rápido molesta —. ¡Por todos los Valar! Sé que no soy y jamás seré como tu antigua esposa, pero hasta ahora he amado a esos niños como mis propios hijos, los amo mucho, al igual que a ti. Nunca te he pedido nada, pero esta vez quiero que no accedas. Sé que lo haces por el pueblo, pero... Habrá muchas muertes, y yo no quiero perderte — soltó todo lo que quería decir, o gran parte de ello. Después de liberarse de eso, se colocó en cuclillas llorando en silencio. Bardo la miró con tristeza, por lo que se acercó hasta ella y se agachó para quedar a su lado.

— Amor — trató de hacer que lo mirara. Pasó su mano por el mentón de la chica para que poco a poco fuera alzando la cabeza y volteara a verlo —. No quería que pensaras eso. Yo te escogí a ti, sé que nos amas incondicionalmente.

— Sí, y por eso mismo, si tú vas a la batalla, entonces yo estaré contigo — aseguró. Él negó rápidamente para verla serio.

— ¿Qué? No, de ninguna manera — se precipitó a decir —. Es una locura.

— No es si tú quieres o no, así como tú puedes ser tan terco, yo lo soy el doble — se cruzó de brazos —. Si de locura hablamos, tú sabías que lo estaba, ambos lo somos.

— Te quedarás solo a proteger el pueblo, nada más — dijo permitiéndolo sabiendo que ella insistiría.

— Trato hecho — sonrió para besarla.

— ¿Por qué tenía que elegir a alguien tan terca? — miró al techo suspirando. Ella le pegó un codazo para que él la mirara con el ceño fruncido.

— El burro hablando de orejas, ¿no? — se defendió. Bardo tenía la clara intención de seguir protestando, pero si eso pasaba terminarían en una discusión, por lo que ella volvió a unir sus labios profundizando aquel beso.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ||ESDLA & El HOBBIT|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora