7. El nuevo él

528 102 56
                                    

—Eh... bueno.

Sí, mal comienzo. Nunca he sido bueno para hablar en público, aunque no sean muchas personas las que se encuentran ahora frente a mí.

En el sofá de tres cuerpos están sentados los trillizos, en el de uno solo está Abbey, despampanante como siempre, y frente a ellos, de pie temblando casi imperceptiblemente, estoy yo. Los he citado aquí sin que Hugo sepa, ahora mismo él se está encargando de llevar a Bobby al veterinario por un control de rutina. Quise acompañarlo por si algo raro pasaba en el camino, pero me insistió en que podía hacerlo él solo. No me gusta descuidarlo porque hay muchas cosas malas que pueden ocurrir, pero tampoco quiero que lo que le está pasando llegue a deprimirlo, así que... básicamente necesito idear un equilibrio perfecto.

De todos modos, aproveché para citar a todas las personas que son parte de la vida de mi novio para informarles de la situación. No soy el único que puede ayudarlo. No soy el único que tiene derecho a ayudarlo.

—Los cité aquí para contarles algo sobre Hugo —completo.

—¿Él está bien? —pregunta JD.

—Sí, eh... de salud está bien... solo que... bueno, al grano, fuimos a ver al médico hace unos días por lo que le pasó a Hugo en la universidad.

Los trillizos asienten a la vez. De alguna forma ese gesto en común me ayuda a continuar.

—El doctor Sánchez dijo que Hugo sufre de algo a lo que le dicen amnesia total transitoria. Esto significa que está teniendo lagunas mentales en las que los recuerdos se le hacen borrosos y mezcla algunas cosas con otras, así que su percepción de la realidad en estos casos va a ser distinta.

—Espera, ¿es decir que esto le va a seguir pasando? —interviene Marcos.

—Al parecer sí —admito—. No hay forma de saber si esto se va a detener.

—¿Y qué se supone que él piensa cuando tiene esos episodios?

—Tampoco se puede saber muy bien... creo que varía conforme van pasando las cosas.

—¿Hay algo que se pueda saber muy bien? —pregunta Abbey mordazmente.

Los trillizos ríen con levedad y espero un poco a que terminen de hacerlo para explicarme un poco mejor.

—Quiero decir que... bueno, por ejemplo, la primera vez que esto pasó, Hugo no podía recordar nada de lo que había pasado en el último año, no recordaba haberme conocido. Lo llevé al médico y él estuvo bien al cabo de algunas horas. La segunda vez fue hace unos días, ustedes estuvieron ahí, él vagamente me recordaba, pero solo por haberlo llevado al hospital, el resto de las cosas estaban un poco difusas todavía.

—¿El doctor Sánchez les ha dicho por qué se olvida de ti cada vez que tiene un episodio?

Una patada en la entrepierna hubiera dolido menos. Disimulo como puedo.

—No, no sabemos. El punto es que todo es relativo, siempre va a ser diferente. O algo así nos explicó el doctor.

—Está bien —acepta Mateo—. ¿Y qué podemos hacer nosotros por él?

—¿Tenemos que... no sé, fingir como la última vez?

—A eso quería llegar —me alegra que haya tocado justo el punto preciso que quería abordar—. El doctor está de acuerdo en que ya no es necesario fingir nada. Cree que abordando el tema con el tacto suficiente podríamos sobrellevar los episodios y de alguna forma podría servir de "terapia" o algo parecido.

—Creo que puedo memorizarlo. Episodios, no fingir, decir la verdad con cuidado, parece fácil —dice JD.

—Claro.

ÉL © [NOSOTROS #2]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora