Evania: Un rincón del paraíso ©

CAPÍTULO I

Cloeville, un lugar lo suficientemente verde como para sentirse vivo.

Mi casa se encuentra apartada de las demás, justo donde el césped se vuelve más brillante para luego sumergirse en las profundidades de un bosque frondoso junto a un lago de ensueño. Sí, allí está mi hogar, uno bastante rústico y pequeño, idóneo para una familia de dos.

Me gusta pensar que los árboles me abrazan cuando la tristeza me nubla, y que hacen lo mismo con esas almas románticas o destruidas por el mundo exterior... pero muchas personas que pasan por aquí suelen describir a Cloeville como un lugar hermosamente frío. Y hasta el día de hoy me pregunto a qué se refieren con esas palabras; si al oscuro bosque de las noches, o a la gente que no abre sus corazones ante ellos. Aunque claro, nadie abre su corazón ante lo desconocido. O eso es lo que muchos piensan.
Sin embargo, la población de Cloeville es muy reducida, hasta podría decirse que somos como una gran familia.

Algunos se dedican a la actividad en el campo, otros a las pequeñas tiendas o instituciones del lugar, o se van a otras ciudades en busca de sus empleos soñados.
Algunas son familias respetadas y nobles, otras son consideradas la desgracia de Cloeville; algunas están completas, en construcción o incompletas.

Definitivamente, un lugar pintoresco con varios contrastes en su paisaje que le hacen honor a sus habitantes.

sé que un día va a ser especial cuando el sol brilla diferente.

Todos los días me despierto esperando que el mundo que conocía la noche anterior, haya sido evaporado y desaparecido al igual que las pequeñas gotas de esperanza que me quedan sobre él, o sobre todo lo que llegué a conocer a tan temprana edad.

17 años es un número dual en un espacio tan abstracto; algunos dicen que a esta edad continuamos siendo niños, donde seguimos descubriendo rupturas que antes se mantenían escondidas de nuestra inocente perspectiva. Luego están las personas que, afirman con confianza, el brote de nuestra extrema madurez de un año a otro. Y yo, sólo puedo describirlo como una etapa de miedo y crecimiento, donde estudio cada cosa que encuentro en mi camino.

Todas mis mañanas son iguales, y las noches también. Me voy a dormir pensando en ser una persona completamente diferente al día siguiente, pero termino bajo los encantos de la rutina una vez más. Y lamento mi cobardía a una vida llena de riesgos y una felicidad transparente, para conformarme con la "normalidad" de mis días.

— Bienvenida a tu vida monótona, Evania — exclaman mis pensamientos a punto de salir a la luz, pero los detengo al escuchar los pasos agigantados de mi madre.

Volteo a mirar el reloj, 8:30 de la mañana. La hora perfecta para imaginar una vida sin...

— ¿Ya estás despierta, Vania?

Sin interrupciones.

— Sí, ya me levanto. La intriga corre por mis venas al pensar en quién podrá ser mi futuro padre — respondo con un tono burlón, y mi madre parece no notarlo.

Hace unos meses conoció a un hombre que la hechizó en medio de la noche, y a partir de ese momento se volvieron inseparables. Por mi parte, no tuve la oportunidad de conocerlo, pero hoy eso va a cambiar.
Mi madre quiere que cause una buena impresión en él y la comprendo, pero, ¿no quiere que él me cause una buena impresión a mí? El mundo de los pensamientos es tan complejo a veces.

— ¿Qué vestido te pondrás? ¿El de flores? — pregunta mientras revuelve toda mi ropa.

— ¿Tiene que ser sí o sí un vestido? ¿Y el de flores? ¿No te parece que da una impresión infantil?

Me mira con los ojos curiosos y una sonrisa incómoda.

— No es un vestido infantil, y no quiero que lo uses para que le caigas bien, sino porque te representa — termina la oración y mi mente se pone en blanco, mientras mi corazón se mantiene cauto ante lo que acaba de escuchar.

Quedo congelada y las expresiones de mi madre cambian notoriamente. Deja de revolver la ropa y se sienta a mi lado con una preocupación que la excede.

— No ocurre nada ma, es que mi esencia es algo en lo que nunca había pensado... o descubierto hasta ahora — digo esbozando una sonrisa, y logro que el rostro de mi madre tenga ese toque cálido una vez más.

Retoma su lugar y con la sonrisa intacta se retira de la habitación. A medida que se va alejando, su voz se va ausentando a través del pasillo, y quedo una vez más junto a este silencio ensordecedor a mi alrededor.
Finalmente, decido levantarme de la cama y me dirijo a ese conjunto de telas que me refleja en su espléndida presencia.

"Hoy vamos a ser uno" pienso mientras lo sostengo con toda la adoración del universo.
Qué increíble, que algo tan simple como una prenda, pueda ser el espejo que no era capaz de encontrar en ningún lado.
Qué increíble, que yo sea tan agraciada como él, pero no sea capaz de notarlo.

AVISO IMPORTANTE: Las actualizaciones van a constar de dos capítulos por día, y van a publicarse los días lunes, miércoles, viernes y domingo.

Gracias por leer y espero que disfruten esta historia tanto como yo ♡ que tengan un/a lindo/a día, tarde o noche.