Heather... «Noah Jupe»

06. ¿Amigos?

Habían pasado días, el jamás me había dirigido la palabra de nuevo. Tal vez lo espante, no se que fue lo qué pasó.

No se porque ahora me importaba, no tenia sentido. Apenas tenía un mes aquí, el no es alguien importante para mi.

—¿Estas bien?—faith llego a mi lado. Estaba en la escuela, era hora de almuerzo.

—Si, porque no lo estaría.—sonreí de lado.

—Creo que estás preocupada por algo, ¿que pasa?—ladeó las cabeza.

—De verdad, no pasa nada.—sonreí de lado. Ella creía que odiaba a noah, y tenía razón. Odiaba a noah, pero se sentía raro que ya no me mirara ni me hablara. Los días son aburridos desde que el me ignora, ya no tengo con quien pelear mas.

—¿Podrías venir a mi casa después de clases? Necesito tu ayuda en química.—chasqueo su lengua.

—¿Por que no le dices a noah? Pensé que eran mejores amigos.—le sonreí.

—El hará otras cosas. Me pidió que te lo pidiera, y sinceramente pensé que me dijeras que si. Pero no hay problema si dices que no.—me sonrió de vuelta.

—No, está bien. Te ayudaré.—acomode mi cabello hacia atrás.

—Genial, ¿5 pm?—pregunto.

—Claro, le preguntaré a Luther si me puede llevar. Si no, tendré que caminar.—reímos.

—Está bien.—dijo riendo.

[...]

—¿Que son los electrones?—la profesora de química preguntó mientras caminaba de un lado a otro.

—Es una partícula que se encuentra alrededor del núcleo del átomo y tiene carga eléctrica negativa.—hable.

—Perfecto, ¿alguien sabe que es un átomo?—pregunto de vuelta.

—La cantidad muy pequeña de algo. Como por ejemplo en reacciones químicas, también posee características de elementos materiales.—respondió. No había sido muy claro con su respuesta. Pero se entendía un poco.

—Bien.—respondió.—¿Hay algo que ustedes dos no sepan?—pregunto riendo.

—Respetar.—respondió noah.—Ser amable, agradable.—susurro. ¿Que estaba queriendo decir?

—¿Que quieres decir, rarito?—lo mire con enojo.

—Digo que eres una presumida que tiene todo y no sabe respetar, aparte de que te sientes mejor por venir de un país primermundista, además de que tu mamá no te quiere, te deja sola siempre por evita tener que educarte, eres malcriada y creo que tú papá tiene suerte de no soportarte más.—me miro con ojos de rabia, mis ojos reflejaban tristeza, tal vez tenía razón, pero no tenía porque humillarme así.

Sin pensarlo dos veces alce mi mano y de inmediato choco con su mejilla; lo cachetee tan fuerte que seguro le dolería por una semana. Se lo merecía, se lo merecía mucho.

Salí de ahí sin previo aviso, no necesitaba que un niño vanidoso me humillara así.

Mis lagrimas salían, no podía controlarlo, llámame estupida pero soy muy sentimental.

Llame a luther, el rápidamente atendió la llamada.

—¿Podrías venir por mi?—hablé con firmeza.

—¿Pasa algo, estas bien, te hicieron algo, quieres que lleve un b...

—Estoy bien, solo ¿puedes venir por mi?—respondí con la voz más firme que tenía. No quería que me viera así.